LOQUILLO

  Desde hace unos años manda, en solitario y por méritos propios, en el panorama musical español. Ha llevado al Rock a la cota mas alta de su historia en España. Es Jose María Sanz, mas conocido como Loquillo. Nacido en Barcelona, en 1960, hijo de un estibador del puerto.
 Su primer grupo fué Teddy Loquillo y sus amigos, grupo en el que conoció, y se hizo amigo de Carlos Segarra, actualmente cantante de Rebeldes. En 1980 nació el grupo Loquillo y los Trogloditas, con el que sacó algún disco.
 Interrumpida, su carrera musical, por su servicio militar en La Armada, esto supuso el fin del grupo.Pero su amigo, Sabino Méndez, decidió esperarle y, como su guitarrista y autor, se dedicó a buscarle músicos para el futuro. Eligió a tres. Loquillo volvió de la mili y se encontró con la banda Trogloditas esperándole. Con ellos debutó en Tomelloso. Desde entonces eran inseparables.
 El grupo sobrevivió, en 1989 al abandono de Sabino, por sus problemas con la heroína.
 En 2007 abandona el grupo el último de los compañeros de Loquillo. Todos ellos atrapados por la heroína. Loquillo decide continuar en solitario.
 Fanático del Rock, de Ford y de Celaya, dedicó a este dos LPs basado en su obra La poesía es un arma cargada de futuro. Ha puesto voz a Neruda, Salinas o Gil de Biedma.
 En 2001 triunfa con Feo, fuerte y formal, título dedicado a John Wayne y basado en el epitafio del actor.
 De claras tendencias anarquistas y coherente como pocos, el nacionalismo catalán vetó, frecuentemente, sus actuaciones.
 Todo ello está descrito, magistralmente en El Chico de La Bomba, su autobiografía.
 Ha sido dirigido por  Helena Taberna, en La Buena Nueva, donde encarna a un dirigente falangista.
 En 2008 saca Balmoral y anuncia su ruptura con Trogloditas. Fué nominado a los Grammys Latinos 2008.
 En 2010 celebra sus 30 años en la música con la edición de 3 DVDs, con sus actuaciones mas memorables.

                                                                   Loquillo constituye un ejemplo en el panorama cultural español por su profesionalidad, bien hacer y su independencia frente a modas y poderes políticos