La Polémica entre Américo Castro y Claudio Sánchez Albornoz

Sánchez Albornoz

Pocos intelectuales, historidores o no, se han preocupado de investigar el ser —el origen de España—. Y muchos menos han protagonizado polémicas de la altura de la producida entre los mencionados historiadores.

Castro rechaza la tésis de Albornoz, expuesta en su libro España, un enigma histórico, en el que D. Claudio señala el origen nacional en la Hispania Romana y su versión cristiana. Para D. Claudio el origen nacional está en Al-Andalus.

Menéndez Pelayo y García Morente apoyan a Albornoz, lo que también hace Ortega. A esto se le llama Hispanidad e impregna a los intelectuales Al Servicio de La República.
 Para Castro el pasado hay que verlo desde el presente, mientras Albornoz defiende el estudio del pasado en su contexto.

Otro punto de fricción es la herenci que recibió España. Romana para Albornoz o Islámica para Castro. Esta polémica, de altura, dió lugar a una serie de ensayos imprescindibles. Se trata de inteligencias que vieron la II República como una oportunidad, que al final admitieron fracasada, frente a otros radicales, de menos altura intelectual, que vieron el régimen republicano como una oportunidad, y un medio, para llevar a término el proyecto de imposición de ideas y exclusión de la otra media España del futuro.

La inteligencia de Ortega vaticinó la Guerra Civil con su famoso No es esto, no es esto.

Américo Castro