Vinieron, vino, como una embajada del futuro. Trajeron, trajo, luz a la oscuridad. Y, donde había soledad, pusieron alegría. Y las risas desafiaron al tiempo. Un tiempo que se paró - por un breve instante, ¡ Tan breve !. Fué una tarde, gloriosa, de recuerdos y proyectos. Y de risas, muchas risas, mojadas en descafeinado
Fijaos como sería que, a su partida, me vino a la memoria , ¡ Ay mi memoria ! la máxima de Einstein de que el tiempo es relativo. Porque , en ese momento, el tiempo se ralentizó asombrosamente. Y aquí me encuentro; esperando el próximo milagro. Su visita. Mientras tanto no he de hacer otra cosa que agradecer a los dioses su regalo; mis amigos y su visita- y Ella -.
No hay comentarios:
Publicar un comentario