Ayer fue el Aniversario. Y, en un país necrófilo, que gusta de usar los muertos para arrojarlos contra el otro, no sorprende la falta de análisis político-histórico.
Lo primero que, a mi parecer, deberíamos resaltar es la ideologización de una forma de gobierno (que no es más que eso, una forma de gobierno). Desde el principio la derecha se puso en contra de la República, salvo raras excepciones Y la izquierda se apropió de esa forma de gobierno para llegar a La república de trabajadores. Pronto —en mayo de 1931— se produjeron las primeras quemas de iglesias. Y, en 1932 se produce la primera intentona golpista. Tan sólo 5 años y pico se produce el golpe de Franco precedido —dos años antes— por otras dos rebeliones —aunque de signo opuesto— en Asturias y Cataluña. Esto llevó, a un político de la época, a lamentarse de que la II República había muerto por falta de republicanos.
¿Por qué?, me pregunto yo. ¿Por qué en otros países —como Francia— no es así?
Cada país, como cada persona, es hijo de su pasado. Pero desde este blog, un refugio para los apasionados de la historia, creemos que esta, a veces, ha de ser superada, en aras del futuro. Por ello debemos huir de posturas radicales e iconoclastas. La República ha de ser un fin en si misma. Y una garantía de la igualdad de los ciudadanos ante la ley. Incluso a la hora de llegar a la Jefatura del Estado. Desde luego, gracias al nieto del destronado Alfonso XIII —y, también, suegro de Urdangarín— la ocasión la pintan calva. Cada vez está más cerca el momento de proclamar la III República. Una forma de gobierno nacional, democrática, moderna, abierta y eficaz. Si países como Francia y Estados Unidos la tienen, ¿por qué nosotros no?
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| Proclamación de la II República |
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