La historia de la caída y redención de Areta - el detective privado ( ex-policía ) magistralmente interpretado por Landa - alejado, ya, del Landismo de los 70 - Esa historia de un hombre quemado y duro, pero que oculta una ternura infinita, le sirve al director para mostrarnos un Madrid sórdido- el de los 70 - en un ejercicio narrativo digno de Hammett ( a quien homenajea al princípio del film.
La película es, sobre todo, una descripción de su Madrid. Y, también, de las aficiones del director, como el boxeo y Nueva York ( pasiomes ambas muy del Noir.
En resumen, una de las mejores películas de un Garci cinéfilo y en estado de gracia.
Garci rodando |
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