Mujer de gran talento y notable belleza, su nombre me vino a la memoria al escribir sobre la Bauhaus. . Algunos de sus fundadores estuvieron apasionadamente enamorados de ella.
Nacida Alma Marìa Schindler en Viena ( 1879 ) del matrimonio formado por Emil Schindler y por Anna Von Bergen.
Su padre fué pintor y la niña creció en un ambiente artístico. Tras la muerte de su padre, su madre se volvió a casar con el pintor Carl Moll - discípulo de Emil. Comenzó a flirtear desde muy joven. Su primer beso se lo dió Klimt.
En 1902 se casó con el músico Gustav Mahler, 20 años mayor que ella. Con él tuvo dos hijos : María, muerta de niña por la escarlatina, y Anna - futura escultora -.
Gustav estuvo profundamente enamorado de su mujer, a quien retrató - musicalmente - en su famoso Adagietto de la 5ª Sinfonía y en la 6ª y 8ª. Alma se dedicó a ayudar a su marido en su actividad creativa.
En 1910, cansada, fué a reposar en el balneario de Tobelbad. Allí conoció y se enamoró de Gropius - futuro cofundador de la Bauhaus - Mahler, al enterarse de esto recuperó el interés por su mujer. Pero era tarde. Acudió a la consulta del célebre Freud y plasmó, en su célebre Sinfonía nº 10 su estado de ánimo. Gustav murió en 1911. Alma, entonces, se dedicó a encargar a músicos la perfección y difusión de la última e inacabada sinfonía de Mahler.
Alma terminó en los brazos del pintor Oskar Kokoschka, quien la retrató varias veces - una en su obra La Sombra del Viento. La pasión del pintor era tal ( llegó a hacer una muñeca idéntica a Alma ) que ella se asustó y lo dejó.
Volvió con Gropius y se casaron en 1915. Tuvieron una hija, Manon, que moriría de poliomielitis antes de cumplir los 20 años. El matrimonio se rompió. Franz Werfel se convirtió en su amante. Alma se divorció en 1920 y, nueve años más tarde, se casaron.
Alma fué, desde temprana edad, antisemita ( influída ,lamentablemente, por el ambiente vienés de su época ) pero escapó de Viena ante el avance hitleriano. Pasó por Francia, con Gropius, España y - finalmente recaló en Nueva york y Los Angeles. A la muerte de su marido, en 1945, Alma volvió a Nueva York. Allí escribió sus memorias y se convirtió en una leyenda en el ambiente intelectual. Murió a finales del Otoño de 1964. Esta mujer. apasionante y apasionada. Contradictoria y vital. Pero, sobre todo, musa de grandes artistas.
No quiero terminar esta entrada sin dedicarla a la persona que me descubrió a Alma. Va por tí.
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