Ayer murió Gabriel García Márquez - más conocido con el Alias artístico de Gabo. Fué el magistral escritor que, en la 2ª mitad del Siglo XX, revolucionó la literatura Hispanoamericana y elevó a las letras castellanas a un nivel casi inédito con su Realismo Mágico.
Nació en Aracataca ( Colombia ) en un ambiente guajiro - campesino -. De niño ya le pusieron este apodo. Apodo y mentalidad que él haría suyos y nunca le abandonarían, por muy famoso que fuera.
Su padre, Gabriel, era telegrafista y su madre, Luisa Santiaga, era hija del Coronel Nicolás Márquez - veterano liberal de la guerra civil - que no vió con buenos ojos al pretendiente , conservador, de su hija.
En El Amor en los Tiempos del Cólera Gabo nos cuenta el inicio de esta peripecia interesante. Lo mismo hizo con las historias de su abuelo en El Coronel no tiene quien le escriba. Porque Gabito era así. El producto de una infancia inspiradora, entre las vivencias y las fantasías desbordantes de un grandísimo contador de historias.
Poco después de su nacimiento, en los aires protoprimaverales de 1927, su padre se convirtió en farmacéutico y - a los pocos años del nacimiento de Gabito - se mudó con su esposa a Barranquilla, dejando al niño a cargo del abuelo. Este que, además de veterano de las guerras bananeras, había sobrevivido a un duelo ( por lo menos ) influyó, con sus historias, en el indudable talento de Gabito. Era, el abuelo, un excelente narrador y un asiduo consultor del Diccionario. Llevaba al niño al circo anualmente. Y lo maravilló al mostrarle, por primera vez, el hielo en una tienda de la United Fruit Company.
Gabriel lo adoraba y le llamaba Papalelo. Y, con él, aprendió a descubrir el mundo y el poder de la imaginación. Su abuela Tranquilina - Mina para él - era otro portento narrativo y de imaginación. Ellos pusieron la semilla de una imaginación - sólo comparable a la facultad de narrar - del futuro inmortal creador. Su abuela sería Ursula Iguarán en Cien años de Soledad.
Con 8 años pierde a su abuela y, con su abuelo ciego, se va a vivir con sus padres a Sucre. Pero llevará, para siempre, consigo su paraíso infantil, Aracataca - Macondo en su obra literaria.
En Sucre se educa en un internado, soportando los momentos difíciles en el refugio de sus recuerdos. Era tan serio, tan solitario y tan poco deportista que sus compañeros lo apodaron el abuelo.
Cursó sus primeros años de secundaria con los Jesuitas. Allí publica, en los primeros 40, sus primeros poemas en la Revista Juventud. De allí pasa, gracias a una beca, al Liceo de Bogotá. Allí practicó, con éxito, fútbol, béisbol y atletismo.
En 1947 inicia sus estudios de Derecho y conoce, felizmente, la Biblioteca de la Universidad. Allí descubre a Kafka, a Borges, y se decide a escribir. En 1947 publica su primer cuento en el diario El Espectador. Ha descubierto la pasión de escribir.
Al año siguiente, por los sangrientos disturbios, cierra la Universidad de Bogotá. Se traslada a la de Cartagena y, a los dos años, deja Derecho. Se va a Nueva York como reportero de El Espectador.
En 1958 se casa con Mercedes, su novia de 13 años atrás. Mercedes, de ascendencia Egipcia era una mujer muy guapa , de la que gustaba presumir.
En 1959 nace su hijo, Rodrigo, futuro director de cine y , dos años más tarde, la familia vuelve a Nueva York. Allí se dedicó a alabar a Castro y se ganó la inquina de la CIA y de los refugiados cubanos.
Se va a México donde nace su hijo Gonzalo - actual y exitoso diseñador gráfico -. Además de en México, vivió en París, Bogotá y Cartagena de Indias. En España vivió , a finales de los 60, en Barcelona ( ciudad de la que se enamoró ).
En 1967 publicó Cien Años de Soledad y causó sensación, a nivel mundial, creando - junto con otros - el Boom Latinoamericano. En 1970 su obra es elegida el mejor libro del año en Francia - y uno de los 12 mejores publicados en EE.UU. Gana el Premio Neustadt.
Se declaró comunista y se dedicó a disculpar a la dictadura castrista. Esto le valiò la amistad del tirano cubano. Entró en una agria polémica con su amigo, el liberal Vargas Llosa. Llamó , en publico, chusma al disidente cubano Reinaldo Arenas.
Le fué prohibida, por su postura hacia el Castrismo, la entrada en EE. UU. Pero Bill Clinton, levantó esa prohibición y llenó de elogios Cien Años de Soledad.
En 1981 Francia le concede la Legión de Honor. En 1996 publica Noticia de un Secuestro, un clásico de la Literatura Periodística..
A principios de este siglo publica Vivir para Contarla, la magistral primera parte de sus memorias. Ya enfermo de cáncer manifestó que La Vida no es como la hemos vivido . Es como la recordamos.
Ayer murió en la capital mexicana. Pero, en realidad, es inmortal en sus obras.
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