domingo, 23 de junio de 2013

Uniforme de Gala

 Entró en la habitación Se dirigió al armario y  sacó su uniforme de gala. Mientras lo hacía y se lo ponía, no pudo evitar repasar su vida.
 Se vió a si mismo, con 4 años y paseando, de la mano de su padre, por el cuartel. Orgulloso veía como todos, militarmente, saludaban a su padre o le devolvían el saludo.
 Aquello le marcó-entonces no sabía cuanto- y marcó su crecimiento. Por eso siempre había querido ser militar. Como su padre. Esa vocación se afirmó cuando su padre le regaló una foto con un paracaidas y un texto en el que le recomendara que siguiera su ejemplo. Más tarde descubrió que su padre nunca había saltado en paracaidas. Sólo se lo había puesto para la foto. Una farsa que él había descubierto más tarde, muy tarde. ¡Que ironía¡. ¡Que cruel ironía¡. Pero antes él había entrado en la Academia General,¡como su padre¡. Había aprobado a la primera. Entonces vino su primer desengaño. La gran mayoría de sus compañeros, hijos de compañeros de su padre, estaban allí para lucir el uniforme y para seguir una tradición familiar en la que, en el fondo, sólo él creía. Pero,pese a todo, consiguió terminar los estudios.Y no como un amigo que intentó convencerle para dejar, juntos, la carrera militar. Ese amigo, ahora, era felíz. Pero él siguió. Por consejo de su padre cortejó a la hija de un general, de la que no estaba enamorado. Sin embargo,por el bien de su carrera, acabó casándose. Cuando era teniente pasó por las unidades especiales y La Legión. Comprobó que sus sueños infantiles habían dado paso a una realidad de incompetencia y corrupción.Pero, en vez de dejarlo, hizo el Curso de Estado Mayor y se refugió en destinos donde creía que reinaba la inteligencia.¡Craso error¡. El fanatismo, la incompetencia y la corrupción lo esperaban, también allí.Por el camino, con su matrimonio roto, de facto,corrió a los brazos de una amante que le dió lo que su esposa no quiso; fantasía y ternura. Pero su suegro, entonces jefe de los Servicios de Información se enteró. Y amenazó con destruir su carrera si no rompía la relación con su amante-a la que él pretendía,después de divorciarse, convertir en su esposa. Y eso fué demasiado. Aconsejado por un compañero, y mal amigo, abandonó a su amante y futura esposa-que lo amaba como no lo habían amado nunca y no lo harían jamás-. Con esta decisión salvó su carrera y se hundió en la infelicidad. Esto pensaba mientras se contemplaba-elegante con su uniforme de gala-en el espejo. Entonces, con calma, abrió un cajón. Sacó su pistola reglamentaria, introdujo un cargador lleno de balas, amartilló el arma y, apuntando a su cabeza, disparó.

                                UNIFORME MILITAR DE GALA- GRAN GALA DEL EJERCITO ESPAÑOL (Militar - Uniformes Españoles )

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