Rodada en 1989 por Jaime Chávarri, con Ángela Molina y Manuel Bandera. Constituye un biopic homenaje al gran mito de la copla, Miguel de Molina. La película, muy bien dirigida e interpretada, nos cuenta el éxito y posterior exilio de este grande de la canción española.
Miguel tuvo que huir de una España ¨donde no había lugar para rojos y maricones¨según declaraciones de sus agresores.
La película nos cuenta como la militancia republcana y su relación con un hijo de un minstro de Franco le hacían intolerable para aquella parte de España dominada por el clero y la hipocresía. Miguel tuvo que huir y, su arte, fué sustituido por otros artistas- mucho peores pero,polticamente más correctos.
El guión de la historia es muy bueno. Y la dirección e interpretación magníficas. La cinta es un oasis en el desierto de comedias de los ochenta. Y un gran y merecido homenaje a lo mejor de nuestra copla. A Miguel de Molina
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