viernes, 14 de marzo de 2014

Mediohombre

 Una amiga, una muy querida amiga, me ha recordado la historia de este marino español. Por su ejemplaridad paso a contaros su vida.
  Blas de Lezo y Olavarrieta - u Olabarrieta - nació en Pasajes (Guipúzcoa ) a principios de Febrero de 1689. Descendiente de marinos ilustres, hundía sus raíces en su pueblo natal - muy marinero.
 Fué al colegio en un internado francés hasta 1701. Ese año se embarcó como Guardiamarina en la flota francesa. España era aliada de Francia en la Guerra de Sucesión - en virtud del Pacto de Familia borbónico.
 La flota era mandada por el Conde de Toulouse. Tres años después, Blas ya era Alférez. Psrticipa, frente a Vélez-Málaga, en la mayor batalla naval de la Guerra. 93 buques españoles se enfrentaron a 59 anglo-holandeses. Hubo 1500 bajas hispanofrancesas y 2700 angloholandesas. Lezo pierde una pierna por un cañonazo. Durante su intervención, sin anestesia, se hace famoso por no proferir un solo grito.
 En 1710, en Toulon, apresa una docena de navíos ingleses. Dos años después es ascendido a Capitán de Navío y toma el mando del Lanfranco. Zarpa hacia La Habana, escoltando un convoy mercante. Después se dedica a patrullar los Mares del Sur. Poco después el vetusto navío es retirado y Lezo debe permanecer en Cádiz - en tierra-.
 En 1730 es ascendido a Almirante. Tiene 41 años. Obtiene el mando de la Flota del Mediterráneo.
 España entra en guerra con la República de Génova. De Lezo consigue, bajo amenaza, que Génova le devuelva al Reino de España, dos millones de pesos retenidos en el Banco de San Jorge.
 Dos años después dirige 54 buques contra Orán - puerto pirata- que toma. Durante meses patrulla el Mediterráneo, interceptando navíos turcos que se dirigían a Orán.
  Pero, una epidemia en la flota, lo obliga a volver a Cádiz.
 En 1734 es ascendido a Tte. Gral. de la Armada  y destinado, como Comandante General a Cartagena de Indias ( actualmente en Colombia ). Allí debe enfrentarse al ataque inglés, dirigido por el Almirante Vernon.
 Los ingleses, celosos del buen resultado español del comercio entre las colonias y la metrópoli españolas, adujeron que el Capitán Fandiño había apresado al Corsario Jenkins - en un acto avalado por el derecho marítimo, y le había cortado una oreja. Dicho apéndice fué enviado al Rey inglés con la amenaza de hacerles lo mismo a todos los corsarios que enviara contra el comercio marìtimo español. De ahí el nombre de La Guerra de la Oreja de Jenkins - fruto de la cólera del colérico monarca inglés.
 Este ordena saquear Portobelo ( en la actual Panamá ) ciudad mal defendida. El inglés desafía a Lezo, el cual responde: Si hubiera estado, yo, en Portobelo,no hubiera su merced insultado impunemente las plazas del Rey mi Señor,porque el ánimo que faltó a los de Portobelo, me hubiera sobrado para contener su cobardía.
 La Flota Inglesa estaba formada por 186 buques y bajo el mando de Lawrence Washington - hermanastro del primer presidente de los EE.UU. se enfrentó, frente a Cartagena de Indias, a sólo 60 barcos españoles - mandados, eso sí, por el gran Lezo. Los españoles ganaron la jornada - el 1 de Abril de y se aseguraron el control naval por medio siglo ( hasta Trafalgar ).
 Pero los ingleses, como a menudo, mintieron. Falsearon la historia. Una historia que España no quiso reivindicar.
 Lezo murió por la peste, causada por los múltiples cadáveres ingleses. Dejaba viuda a la criolla Doña Josefa Pacheco, con 3 hijos. Lezo fué enterrado en las murallas de Cartagena y olvidado por muchos - excepto su amada Armada. La actual fragata F- 103 lleva su nombre. Por eso quiero reivindicar el nombre de este ilustre español e ilustre marino  ( del que, como pocas veces ocurre - en nuestra historia -) podemos sentirnos orgullosos todos. Además hace pocos días se inauró un monumento en Cádiz, en su honor. Por último quisiera dedicar esta entrada a la muy querida amiga que me recordó su figura.


Monumento a Blas de Lezo en Cádiz
                               



                           

No hay comentarios:

Publicar un comentario