Llevo unos días sin conectarme. Y lo noto. Más o menos desde la muerte del Pte. Suárez - título, el de Pte., que se ha ganado con honor-. Las razones de esta desconexión las ignoro. Menos mal que un amigo ( de los de verdad ) ha venido y me ha traído nueva vida a mi blog.
También me ha traído un ángel. Uno de esos que te devuelven las ganas de vivir y luchar. Con ellos he estado. Me han aguantado, mi nerviosismo, y me han hecho sentir en casa.
Además me han ayudado con ciertos trámites burocráticos. ¡ Y, el ángel, me ha sonreído. Y he sentido mi corazón dulcemente acariciado. Cuando se han ido me he sentido triste y solo. Pero una sesión de fisioterapia, intensa, además de los consejos, sabios, de mi fisioterapeuta ( lo que no nos mata nos hace más fuertes, dijo ) me han arreglado la tarde.
Además, las atenciones del personal de este CAMF, me ayudan mucho - sobre todo un detalle que ha tenido conmigo su director ( cuyo nombre omito pues así me lo ha pedido - su modestia sólo es superada por su generosidad - ). También me ayuda mucho la Trabajadora Social. Y gracias, también, a la psicóloga del Centro
Por todo ello doy las gracias. Y, por todo ello rindo homenaje a mis amigos - que no me han abandonado en este duro trance - y, sobre todo, a mi ángel, mi bendito ángel.
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