—¡Pero que pintas traes! Pareces agónico.
Le conté lo que me pasaba. Estaba viviendo una crisis creativa ¡ Y era un escritor…! El colmo.
El camarero, como todo buen camarero, conocía los problemas de sus clientes. En ese caso yo. Sabía que era un escritor en busca de una historia.
—Te voy a contar algo que sucedió hace mucho tiempo. Me lo contó mi padre.
»Cuando él trabajaba aquí, comenzó a frecuentar el local una pareja. Se les veía muy enamorados y venían periódicamente. Se comían con la mirada. Como banda sonora de su amor tenían My favorite things de Coltrane.
»Su amor no fue fácil, como todos los grandes amores, pero venció todos los obstáculos. Al final pudieron ser felices. Y siguieron viniendo aquí para escuchar a Coltrane, agarrados de la mano.
»Mucho tiempo después se despidieron de mi padre y desaparecieron, calle arriba. Pero mi padre aseguró que el amor los siguió, donde quiera que fueran.
Cuando Darío terminó su historia yo acababa mi desayuno. Le di las gracias y, con Coltrane en el ambiente, salí a la fría mañana. De repente el sueño me asaltó. Volví a casa y me dejé vencer por este. Conforme me entregaba en los brazos de Morfeo, oí esto:
Entonces comenzó este sueño: http://maestrequijano2013.blogspot.com.es/2013/09/la-calle-del-sol.html
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