jueves, 26 de septiembre de 2013

El pesar de un hermano

Acabo de enterarme, por su Facebook, de que mi querido hermano —hay hermanos que te impone la biología y otros que te regala cuando los necesitas (El padre de Pablo es, para mí, uno de esos regalos.)—. Toño ha recibido la sentencia sobre el atropello del que fue víctima su hijo —nuestro Pablo—. Toño se dispone a recurrir la resolución judicial. Después de leer a Toño, creo que la misma puede ser legal. ¡Pero nunca será moral! Sobre todo si tenemos en cuenta las circunstancias del atropello que sumió a Pablo en un coma.

He trabajado, entre otros sitios, en un juzgado. Y he tenido, muy a mi pesar, que notificar sentencias que removían mis entrañas. Pero nunca tuve que asistir a un acto como este del que han sido víctimas Pablo y Toño. Sólo quiero hacerles llegar mi abrazo —en estos momentos difíciles— y recomendar a Toño que recurra hasta el fin y que, por favor, acuda a mí cuando necesite un abrazo de ánimo y todo lo demás que pueda hacer por él. ¡Ánimo hermano! Ahora a luchar por la ayuda de la Clínica Guttmann y la recuperación  de nuestro Pabliño.


Diego y Pablo (este en primer término) Los hijos de Toño.  
                         

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