Vivimos una situación, a nivel nacional, complicada. No habíamos estado así desde el período constituyente (1975-1978). En esa época, los movimientos sociales tenían apoyo y un proyecto. Pero ese apoyo y proyecto —ilusionados— fueron secuestrados y desactivados por los dos grandes partidos. Estos, apoyados por formaciones nacionalistas, y minoritarias, han llegado para quedarse. Desmontaron la movilización social que, ambos, habían aprovechado en el pasado. Quieren que nuestra participación sea formal. Apelan a nuestros sentimientos, y al voto del miedo, en vez de a nuestra razón y libertad de elección.
Ambos se pelean, pero, cuando llega el momento de desmontar iniciativas minoritarias e independientes, se ponen de acuerdo. ¡La finca es suya! Nosotros, como siervos de la gleba, les debemos vasallaje.
Mientras tanto el descontento crece. Y, más temprano que tarde, cristalizará. Esperemos que este —y el líder que lo encarne—, se mantenga dentro del sistema democrático. Pues la situación no puede ser más propicia para iluminados y demagogos peligrosos que enciendan a masas iracundas y desesperadas con la mentira de que la culpa de la situación es de la idea democrática.
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Rajoy y Zapatero en La Moncloa |
Que razón tienes,Leónídas...estamos viviendo en el filo de la navaja...MIEDO ME DA !!!.
ResponderEliminarAmigo guidmo 2010. Tranquilo. Un político, que pasó a la historia, dijo que la noche es más oscura justo antes del alba. Gracias
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