martes, 10 de septiembre de 2013

El Juego del Ángel de Ruiz Zafón.

Acabo de leer esta novela de Zafón. Aunque es posterior, se trata de una precuela de La Sombra del Viento.

Ambientada en una Barcelona -personaje mismo de la novela- gótica, misteriosa, oscura y evocadora-se trata del segundo volumen de una tetralogía que promete, cada vez más, mostrarnos la prodigiosa imaginación del autor. Este se nos descubre como un maestro en la creación de ambientes y en el misterio narrado. A golpe de genialidades, al respecto, nos conduce por una Barcelona que va desde la Revolución Industrial a la Guerra Civil. Lo hace por medio de cuatro relatos. Estos son autosuficientes en sí, pero enriquecidos en conjunto. El leit motiv es la familia Sempere y el Cementerio de Libros Olvidados. En el libro nos habla de la vanidad del escritor haciendo, implícitamente, una autocrítica. Esto lo hace, por sí mismo, imprescindible para quien ama los libros y pretende, con humildad, convertirse en escritor.

Nos cuenta la historia de David Martín, un adolescente redactor de un periódico, con pretensiones literarias. Un buen día escribe, en el periódico en el que trabaja, una historia policíaca titulada Los Misterios de Barcelona. Esto hace que el editor Andreas Corelli lo descubra. Este lo pone en contacto con la Editorial Barrido y Escobillas. Allí sigue escribiendo una obra titulada Los Misterios de Barcelona.

Años después, con su gran amor Cristina, se dedica a escribir en exclusiva para el adinerado Corelli, una novela para crear una nueva religión. David descubre que tiene un tumor terminal. Y, además, Cristina se casa con su jefe. El pozo emocional en que se hunde -David- es aprovechado por el misterioso, y siniestro, Corelli, para ofrecerle (por medios no menos oscuros) la curación a cambio del libro. David acepta y, con esto, dará un giro inesperado y espectacular a su vida y a la novela.

Este cambio comienza con la entrada en escena de Isabela. Es tímida y sencilla, pero tiene una arrolladora vocación de escritora. Pero, como los personajes de Zafón, no es lo que parece. David lo descubre y obra en consecuencia. Lleva a la historia a un fin trepidante, con epílogo. Este epílogo, muy emocionante, nos deja con más ganas de Zafón. Sin duda el escritor más interesante de los que he leído y, esperemos, el núcleo de una generación literaria muy necesaria y que promete, si es fiel al estilo de Carlos Ruiz Zafón, ofrecernos obras maestras.


                           


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