sábado, 4 de enero de 2014

La Pintura Modernista

 Un grupo de pintores, agobiados por el academicismo francés, se reunen - en Viena - con el deseo de superar el Impresionismo y su temática de lo cotidiano. Quieren cambiar a temas simbólicos y conceptuales. Son, sobre todo, dibujantes lineales y muy expresivos que plasman formas orgánicas, pero con formato apaisado, y estilo alargado.
 Su tema es el erotismo, sobre todo el femenino. Son decorativistas, quizás en exceso. Abren, así, las puertas a la Pintura Abstracta y al Expresionismo. Se refugian en el grafismo, el cartelismo y la litofrafía.
 Su mejor representante es Gustave Klimt.
 Con este se traslada el centro de gravedad del arte. De París a Viena.
 En 1987, en la capital austríaca, se establecen los proyectos del Modernismo.Lo hace la Secesión Vienesa, con Klimt al frente.
 Este había hecho un viaje a Rávena (Italia) intentando huir de una de sus frecuentes depresiones. Allí descubre la obra de Toorop, un prerrafaelista holandés. Esto le inspiró el uso de colores fuertes y el Iconismo.
 Estos valores estéticos los asumirá como propios y los aportará al modernismo.
 Klimt tiene obras muy notables - con las que el Modernismo se alza hasta las cumbres de la Historia del Arte-. Pero, para mí, la mejor es El Beso. Esta obra me la descubrió una mujer que, también, me descubrió otras cosas maravillosas. A ella dedico esta entrada.



G. Klimt: El beso, 1907-1908.
El Beso de Gustave Klimt ( 1907 - 1908 )
                                           

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