Alfredo Landa

 Ayer murió en Madrid uno de los mejores actores que ha tenido España.
 Alfredo Landa nació en Pamplona (Navarra) , a finales del invierno de 1933. Hijo de un capitán de la Guardia Civil, a los seis años se trasladó a Figueras. Allí estudió hasta que se trasladó a San Sebastián, donde inició la Secundaria y fué a la universidad, para esyudiar Derecho. Pero su contacto con el teatro le cambió la vida. A los 20 años deja la carrera y se va a Madrid, para seguir su vocación teatral.
 Allí, en 1960, trabaja, como actor, en El Cenador, con Julia Gutiérrez Caba.
 Dos años mas tarde participa en Los Caciques. Es en esta época cuando asienta una capacidad para la comedia que le hará célebre.
 También comienza a trabajar, en el cine, como actor de doblaje. Aquí aprovecha su magnífica dicción, fruto de su formación teatral.
 Jose María Forqué lo ficha, para el cine, en la histórica película Atraco a las Tres. La película es un éxito rotundo.
 Esta es la primera película de una serie, como Nobleza Baturra, de 40 películas, que combina con éxitos teatrales. Otro éxito es Ninette o un señor de Murcia.
 La siguiente etapa, conocida como Landismo, abarca más de 30 películas, a las órdenes de Mariano Ozores o Pedro Lazaga. Alfredo, a despecho de los críticos de esta etapa, siempre ha defendido este términio sin complejos.
 En 1977, con El Puente de Juan Antonio Bardem, constituye el inicio de una nueva etapa, coincidente con la Transición, en su carrera.
 En esta etapa encontramos su genio en La Vaquilla-para mí la mejor película sobre la guerra civil, contada desde un inédito punto de vista, tierno e irónico.
 En 1984 es merecidamente premiado, ex aequo con Paco Rabal,por su trabajo en Los Santos Inocentes.
 Premiado dos veces con el Goya, triunfó en los festivales de Cannes y Valencia.
 Pero es con Jose Luis Garci, el director, con quien llega a la cumbre de su carrera en El Crack y en El Crack II.
 Tiene, aparte de los mencionados premios, un Goya de honor a su carrera. En 2008 el Gobierno de Navarra le concedió el Príncipe de Viana,por su aportación al cine y la orgullosa defensa de la foralidad de su tierra natal. Tres años mas tarde se inauguró su estrella en El Paseo de la fama de Madrid, ciudad en la que murió ayer. Y yo que crecí con el landismo, y disfruté con El Crack, no puedo dejar pasar su fallecimiento sin rendirle un merecido-y emocionado- homenaje.