A los pocos días zarpaba de Portsmouth una escuadra rumbo al sur. Desde el 1 de Mayo un escuadrón del
22nd SAS Regiment, unidad británica de operaciones especiales, vigilaban a la exigua unidad argentina-apenas una compañía- que vigilaba la Bahía de San Carlos, lugar previsto por los británicos para desembarcar. El Estado Mayor británico elige este sitio por estar en el lado opuesto de la isla a la capital, Port Stanley, cuya defensa-por la costa- ocupaba al dispositivo militar argentino. Primer acierto del mando británico. Cuando los argentinos hundieron el Atlantic Conveyor, portacontenedores con helicópteros a bordo-necesarios para trasladar a la infantería británica a través de la isla, el mando británico confió en la instrucción de sus hombres, que alcanzaron a pié sus objetivos. Ese fué otro acierto británico. Como lo fué negar a los argentinos el uso del espacio aéreo para abastecer a sus dispersas y débiles posiciones.
Una de ellas era la de San Carlos, defendida por una sección-40 hombres- del Regimiento de Infantería nº 25.
El día 21, de madrugada, una unidad del Special Boat Squadron, reconoce la bahía, de aguas profundas, y las playas, amplias y de arena fina. Situada al noroeste del objetivo final, Port Stanley, la playa está dominada por la Altura 234 .
Esa noche, buques británicos enfilan la Bahía de San Carlos. Los argentinos los detectan y abren fuego, con su pobre armamento y poca munición. Son respondidos por las armas de los buques británicos, con efectos devastadores.
A las 0500 desembarcan, en helicópteros, los primeros británicos. Tras un breve combate, los argentinos se retiran. A lo largo del dia caen las posiciones argentinas copadas, atacadas por el SAS, apoyados por vehiculos acorazados ligeros de los Blues and Royals. A comienzos del 22 la posición británica es segura y las unidades de este país inician el despliegue, isla adentro. Eso ocurrió, tal día como hoy, hace 31 años
Desembarco en Bahía de San Carlos |
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