Enclavado en el centro del Madrid antiguo, da a las calles Duque de Rivas y Concepción Jerónima , es un edificio tipo palacio, mandado construir por Beatriz Galindo-dama de corte de Isabel la Católica.Su construcción data de finales del siglo XV. Con el tiempo se conoció por su actual nombre, Palacio de Viana.
Desde un principio era de una planta, siendo remodelado varias veces. Al inicio constaba de dos edificios, unidos por un patio
De fachada plateresca, su fachada estaba coronada por las armas de Ramírez y Galindo. Descrito por Mesonero Romanos en El Antiguo Madrid, ha llegado hasta nosotros como prototipo del Renacimiento Español.
El distinguido edificio fué a parar, por herencia, a las manos de la Condesa de Castellar.
Esta le añadió otra edificación. A finales del s. XVIII fué remodelado, con criterios neoclásicos. El Duque de Rivas es su dueño hasta su muerte, en 1865. Durante su vida, el edificio es remodelado por el arquitecto Mariátegui. Este remodela la fachada y le añade, al edificio, una segunda planta. También se restauraron elementos, entre ellos los anteriores al Siglo XVIII. El Duque compró los terrenos colindantes, donde había existido un huerto, convirtiéndolo en un jardín.
En 1880 el edificio va a parar a manos de Teobaldo, Primer Marqués de Viana.
En 1920 se amplía el recinto del Palacio, de la mano del arquitecto Valentín Roca.
Durante los reinados de Alfonso XII y XIII fué frecuentado por la decadente clase aristocrática.
Al finalizar, en 1939, la fratricida Guerra Civil, fué convertido-por Franco- en la residencia oficial de su Ministro de AA.EE.; Martín Artajo. En los 60, siendo titular del departamento Castiella, se procede a una nueva restauración, pasando a ser residencia oficial del Ministro. Esta condición la conserva actualmente, aunque su actual residente no es, ni con mucho, el más brillante de cuantos lo ocuparon.
Quién sí que es brillante es mi amigo Paco, que trabaja en el edificio, a quien dedico esta entrada.
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