La Escuela de Salamanca

España, siglo XVI. En unas pocas décadas ha pasado de ser una alianza de reinos que luchaban por librarse de un enemigo común, el Islam, a un imperio que gobierna gran parte del mundo conocido y que descubre continuamente nuevas tierras. Los parámetros del mundo antiguo ya no valen y se produce una revolución cultural que alcanza todos los ordenes del saber. La Reforma Protestante y el Humanismo plantean nuevos retos. Surgen nuevos centros de pensamiento.
 Uno de ellos  es la Universidad de Salamanca, junto a la de Alcalá la mas prestigiosa de la época. Un grupo de teologos y juristas que imparten sus clases en las mismas aulas se disponen a interpretar los nuevos problemas. Lo hacen desde perspectivas morales, políticas, teológicas......y económicas. Inquietos por el auge de de los intercambios mercantiles, por la afluencia de metales preciosos desde America , la inflacción subsiguiente y por la dimensión moral de todo ello, elaborarán una serie de teorías económicas totalmente nuevas-Ley del valor, ley de oferta y demanda como determinante del precio, ley de relación entre moneda y aumento de precios, etc.)
 Todo empezó con tres profesores: Francisco de Vitoria, Domingo de Soto y Martín de Azpilcueta
 Francisco de Vitoria (1483-1526). Dominico. Estudió en La Sorbona Artes y Teología, disciplina que impartió allí, en Valladolid y, desde 1526, durante veinte años, en Salamanca. Seguidor convencido de las doctrinas de Tomás de Aquino- Escolástica-, las aplicó a diversos campos del saber. Curiosamente no se le conoce obra escrita pero su influencia es fundamental. Fué consejero de Carlos I.
Domingo de Soto (1495-1570) Alumno de Vitoria en La Sorbona. Profesor de Metafísica en Alcalá. Ingresa en los Dominicos. En 1532 ocupa la cátedra de Teología en Salamanca. En su "De iustitia et Iure" aborda los problemas comerciales.Confesor de Carlos I, sustituye a Vitoria en el concilio de Trento.
Martín de Azpilcueta (1493-1586) Estudió teología en Alcalá. Catedrático de Derecho Canónico en Salamanca. Fué enviado por Carlos I a Coimbra, por su prestigio, donde enseñó Derecho Canónico. En "Manual de confesores y penitentes" (1556) critíca la tesis aristotélica de la esterilidad del dinero e intenta reconciliar la moral católica con lo mercantil.
 Otros les siguieron, pero ellos fueron los pioneros. Escolásticos en lo filosófico-aquellos que reconciliarion el pensamiento católico con al filosofía griega- fueron, sin duda, los creadores del Renacimiento económico.A partir del siglo XVIII, naciones protestantes que no deseaban dar a conocer su origen católico, aplican sus teorias
No es hasta Schumpeter, a mediados del siglo XX, cuando su nombre es reivindicado. Curiosamente una de las escuelas económicas de mayor calado se fundó sin economistas-eran teólogos y juristas- que además debatieron problemas como el derecho y la guerra, la moralidad de la conquista de América o el regicidio. Es importante señalar que también en este campo surgió la lucha entre dominicos (Salamanca) y jesuitas(agrupados en torno a Coimbra) sobre la conciliación entre predestinación y libre albedrío.