Isabel de Barreto

Esta increíble mujer, poco conocida, tuvo una vida que ni el mejor escritor podía imaginar.
 No se sabe, a ciencia cierta, su lugar y año de nacimiento. Todo indica que nació en Pontevedra hacia 1565. Hija de Francisco de Barreto, antiguo gobernador de las Indias Portuguesas.Su primera referencia documental se produce por su traslado  a Perú, en 1585, como parte del séquito de la esposa del nuevo Virrey de Nueva Castilla . De buena familia y educación esmerada, se casó con el Adelantado Alvaro de Mendaña, de 46 años,quien se encontraba sin fortuna a causa de sus expediciones. Isabel era muy joven y quedó deslumbrada por aquel aventurero que buscaba influencias y dinero para volver a las Islas Salomón, descubiertas por él años atrás, siguiendo una leyenda inca que hablaba de unas islas de oro en el Pacífico, que los españoles identificaron como las islas bíblicas que surtían de metales preciosos al rey Salomón. Descubrió las islas pero no había oro y D. Alvaro se arruinó. Además había gastado inutilmente el dinero que la Corona le había donado para encontrar la  "Terra Australis" (actual Australia). Solo las influencias de su tío, antiguo Virrey, le salvaron de la prisión.
 Sin embargo Alvaro no cejó en el empeño. Llegó hasta Felipe II y pasó los siguientes  años intentando organizar otra expedidición. En 1576 consigue el permiso real pero a su llegada a Panamá es encarcelado por el Gobernador de Panamá. Liberado posteriormente va dando tumbos por las colonias hasta que se casa con Isabel en Lima. Esta fascinante mujer se convierte en su principal apoyo para una nueva expedición. El motivo oficial de la misma es interceptar a los corsarios ingleses que acechan en la ruta de Las Filipinas.
 Cuatro barcos-dos galeones, una galeota y una fragata- , llevarían a bordo  476 hombres, mujeres y niños. El piloto mayor, el prestigioso Pedro Fernandez de Quirós, enseguida enfiló a Isabel. No la soportaba. La expedición zarpó  el 16 de Junio de 1595. A Isabel la acompañan tres hermanos.
 La primera isla que encontraron fué bautizada como La Magdalena. Los indígenas, en un principio amigables se tornaron hostiles al intentar llevarse todo lo metálico que encontraban. La expedición zarpó y encontró otra isla, percatándose de que se encontraban ante un archipiélago de cuatro ínsulas, al que bautizaron como Las Marquesas de Mendoza, en honor del Virrey.  Alvaro decide seguir la ruta dejando una guarnición de treinta hombres. Con el transcurrir de los siglos aquellas islas serán famosas gracias a Gauguin, Jacques Brel, o Melville.
  La expedición sigue con rumbo oeste. Al no encontrar las islas de oro, la tripulación y los soldados comienzan a impacientarse. Falta el agua.  Al intentar desembarcar en otra isla, su volcán entra en erupción. Nadie habia visto nada igual, Todos creen que van a morir. A continuación los nativos intentan abordar las naves que deben de ser defendidas por los arcabuceros. Se pierde uno de los barcos. Huyendo se encuentran con otra isla, Santa Cruz. Allí son bien recibidos y pueden descansar. Construyen un fuerte pero el motín estalla-no hay rastro de oro o perlas-. Por si fueran pocos problemas Alvaro enferma de malaria. Entonces decide delegar el mando en su esposa.
 El piloto Quirós, que culpa de la mala suerte a Isabel, se une a la rebelión de parte de los soldados. Estos le echan en cara el lujo de sus joyas y ropajes. El Maestre Merino solivianta a la tropa. Isabel, decidida, ordena su muerte. Pero los leales al Maestre atacan a los indígenas para provocar una rebelión. El 18 de Octubre muere Mendaña dejando a su mujer al frente de la expedición.
 Isabel de Barreto era ahora Adelantada de Las Islas Salomón y Gobernadora de Santa Cruz-títulos hereditarios- . Ayudada por sus tres hermanos se hace con el control de la expedición. Faltan los alimentos, la malaria se extiende y los nativos no paran de hostigar al poblado. A la muerte de su hermano Lorenzo, es nombrada Almirante de la flota. Soluciona el problema del hambre ordenando salir y que se llenen cinco canoas de ñame, cocos y plátanos.
 El 18 de Noviembre desiste de encontrar las Salomón y ordena poner proa a Las Filipinas- mas tarde se averiguará que había un error deliberador en las cartas provocado por el piloto de la primera expedición-. Por el camino se pierden otros dos buques, uno de ellos con los restos de su esposo. Pero Isabel no se rinde. Ha de llegar a Manila. El hambre arrecia y aparece el escorbuto. Pero también comete arbitrariedades. La sed atormenta a la tripulación mientras ella usa el agua para lavar sus vestidos a diario. Durante los siguientes tres meses murieron por falta de agua 50 hombres.
Al final llegan  a la isla filipina de Cobos. Ya pueden comer y beber. Los enfrentamientos con Quirós se suceden. Ante su mano fèrrea en el ejercicio del mando los incidentes no cesan. Sus hermanos deben de protegerla en repetidas ocasiones. El 1 de Febrero de 1596 el galeón "San Jerónimo" avista Corregidor. La noticia de su avistamiento llega a Manila. Están salvados. El gobernador de Filipinas, gallego como ella, agasaja con generosidad a los supervivientes. Ante la alta sociedad de Manila le da la bienvenida a "La Reina de Saba". Los presentes no dan crédito ante los extraordinarios hechos narrados.
 Isabel es muy criticada por la sociedad filipina pues antes de que transcurra el año de luto por Alvaro, se casa con  el capitán Fernando de Castro, primo del gobernador. Persuasiva, convenció a su nuevo marido de culminar la empresa de las Salomón. Para ello marchan  a Madrid, con el fin de recaudar fondos. Pero estos han sido concedidos por Felipe III,  al piloto Quirós, que ya ha emprendido los preparativos. Quirós continuó sus viajes y su segundo en el mando, Váez de Torres descubre Australia - que denominó Austrialia del Espíritu Santo-en 1606.
 Parece ser que Isabel enviudó de nuevo en Madrid y volvió a Galicia donde vivió, en sus tierras, hasta su muerte, en fecha incierta.