El balance de la visita no pudo ser más positivo. Bueno, pudo, pero no mucho más. Unos problemas, de los últimos días, con el Wifi, han hecho que no pueda reflejar - como me gustaría - las sensaciones que despertó, en mi, la vuelta a mis orígenes; a mi infancia ( Según el Pensador, la única Patria del hombre ). Y he de agradecer, a mis amigos, ese viaje en el tiempo. Y, sobre todo, a ella ( la única, la especial, la que reina en mi corazón ). La que, siempre, me acompañó en el rescate de lo mejor de mi pasado.
También he de agradecer al personal de La Milagrosa sus atenciones. Yo, que siempre he sido partidario de lo público, frente a lo privado, he de reconocer el mérito de esta Residencia Privada. Una Residencia con unos trabajadores que prestan un servicio impagable con una calidad de oro.
Todo esto hace que, en este momento - y por escrito - me comprometa a volver. Más temprano que tarde volveré. Volveré a recoger un corazón que, como decía Tony Bennett ( sobre San Francisco ) dejé aquí.
Porque he comprobado ¡ Que bonito é vivir na Coruña!
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