Banda de tambores y gaitas del Regimiento Escocés The Gordon Highlanders, encuadrado en el Ejército Británico ( Siglo XIX ) |
sábado, 20 de septiembre de 2014
ESCOCIA
Ya está. Ya pasó. Escocia ha celebrado su referéndum sobre la independencia. Y ha ganado el No. Ha ganado la continuidad de Escocia en el Reino Unido. Dejando aparte las circunstancias históricas - Escocia fué un Reino independiente hasta la invasión inglesa del Siglo XVIII , con religión propia y más pobre que el resto de la Gran Bretaña ( lo que no ocurrió con Cataluña ni con las Vascongadas ), los escoceses votaron con la cabeza, no con el corazón. Pero no todos son parabienes. Las oligarquías locales están a punto de conseguir privilegios incompatibles con la igualdad que preconizó la Revolución Francesa ( Auténtica madre de una Europa moderna ). Además la minoría independentista va camino de la radicalización. Esta se olvida de que Escocia fué grande cuando participó en la política exterior británica. Lo demás es folklore ( o como lo definía Unamuno, refiriéndose al nacionalismo vasco, aldeanismo reaccionario ). Pero lo que más me preocupa es que nuestra casta política no aprende de los palos en cabeza ajena. Me temo lo peor.
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