lunes, 24 de febrero de 2014

Los Amigos

 Anoche soñè que volvía al mar.
 Después de embarcar y de presidir, en mi càmara, un Consejo de Guerra con los Capitanes a mi mando - En mi sueño, desarrollado a finales del Siglo XVI, muchos de ellos eran, extrañamente, mujeres. En el mismo   Consejo mi segunda me ayudó a exponer la estrategia.
 Posteriormente mis capitanes volvieron a sus barcos, para tomar el mando. Zarpamos en busca del enemigo. Pasaron los días y, una triste mañana, un vigía gritó : ¡ Enemigo a la Vista¡.
 Mi flota, cumpliendo mis órdenes - previamente impartidas - adoptó formación de combate. Los tambores comenzaron, a mis órdenes, a repicar repetida y frenéticamente. Los señaleros agitaban violentamente las banderolas. A través del catalejo pude ver a mis capitan@s que, sonriendo, dirigían la maniobra de sus buques. Estos, impulsados por la fuerza de los remeros, enfilaron proa a la flota turca. Entonces, sintiendo a mi lado la presencia de mi leal segunda, recordé lo que me había dicho un@ de aquell@s herman@s - que me acompañaban en aquella jornada :  Recuerda que eres invencible. Y así me sentí. Y seguí sintiendo lo mismo cuando desperté,


Batalla de Lepanto
                                       

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