Aqui estoy, en cama, otro día más. Otro día de descansos obligados.
De todas formas estoy mejor - corporal y animicamente.
Y, eso, se debe al Dr. V.T, a quien me atrevería a llamarle mi amigo.
Una reflexión previa: cuando sufres un ACV, como el mío, puedes experimentar hemiplejias o pérdida de memoria ( como me ha pasado a mì. ¡ Pero no te conviertes, de repente, en un niño¡.
Creo que he demostrado - a través de este blog, que tengo las facultades mentales - excepto, quizás, la memoria.
Pués muy poca gente ( de la que trabaja aquí y de la de fuera ) parece creerlo así. No lo entiendo.
Sin embargo, el mencionado facultativo no es uno de ellos. Desde que nos conocimos me trató como una persona adulta. Y, ayer, tuve una conversación gratificante con él. Me dijo que pensaba que yo tenía la cabeza muy bien amueblada. Hablamos del libro ( regalo de mis hermanos de Bóveda) que le he dejado para que lo lea y lo disfrute.
El Dr, V. T. es un hombre culto ( además de Médico es Licenciado en Historia y en Ciencias Políticas ) en la mejor tradición del Dr. Marañón.
Hablamos de la Grecia Clásica - nuestra pasión común - y de su aportación al mundo occidental.
Coincidimos en que la idea democràtica no está pasando - en nuestro país y en nuestros días - por su mejor momentos. En fín, una gran conversación con un tipo interesante ( a quien mando un abrazo desde aquí )
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