viernes, 23 de julio de 2010

El Cielo Protector











El Cielo Protector de Paul Bowles.1949. Ed Alfaguara (1991). 342 págs

Dicen los expertos en cine y literatura que primero hay que ver la película y después leer el libro. Si se hace al reves la película corre el riesgo de no gustarnos pues ya hemos puesto, con la lectura, caras a los protagonistas y fisicidad a los espacios, que no coincidirán con el director del film.
 Esta vez he seeguido el consejo, por casualidad. Me encantó la adaptación de Bertolucci, que ví un par de veces, y la considero una de sus mejores obras. Y cuando me encaro con  el libro sucede el fenómeno expuesto arriba, pero al revés. Port se me aparece como Malkovich, Kitty como Debra Winger y el desierto como la maravillosa fotografia de Storaro. Sin embargo conforme voy devorando páginas la historia vuelve a atraparme.
 Porque la historia es un imán. La peripecia de dos "pijos" intelectualoides de la posguerra que, huyendo de si mismos, se van a África y se internan en el Sáhara atraidos por una fuerza audestructiva que los llevará a un destino sorprendente-como no soy un reputado crítico no les voy a estropear el final-. Diré, eso sí, que la novela es una gran metáfora de la soledad, de la desesperanza. Una tragedia en el mas puro sentido hélenico del término. Con un desierto-escenario y un cielo "que nos protege de lo que hay detrás". La peripecia de estos turistas que quieren ser viajeros va "in crescendo" hasta atraparnos como a ellos. La prosa de Bowles, rica en descripciones crudas y antirrománticas, ayuda a ello. Háganse un favor, vean la película y luego lean la novela.

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