Nota del Autor: Este relato es la continuación de "Al otro lado del mar". Pulsa aquí para leerlo.
Estaba D. Niceto inmerso en sus pensamientos cuando la estridente y agitada voz de José, su hombre de confianza, le sobresaltó
-¡D. Niceto, D. Niceto!.¡Tiene una llamada muy importante!
-¿Como una llamada importante?.¿De quien?
-No me lo ha dicho, pero ha insistido.
D. Niceto cruzó la calle que separaba el malecón de su peluquería y con calma cogió el teléfono
-¿Padre?
-¿Quien habla?
-Padre. Soy yo. Rubén
-¡Rubén!...Hijo.¿Como estás?
-Estoy bien.¿Y tu?
-Bien hijo.Pero,¡Dios mío!¿Cuanto tiempo...?
-Mas de tres años, padre
-Pero...¿Donde estás?
-Estoy aquí padre, en La Habana. Estoy con Fidel en la Cabaña del Morro
-¿Como?...Vaya.¡Así que por fín conseguiste tu sueño!
-Padre, no quiero discutir. Te he llamado para advertirte...y me la estoy jugando.
-Advertirme tú, ¿de que?
-Papá, ¿Que tenias tu que ver con una bailarina de cabaret llamada Lisa Camacho?
-¡¿Lisa?!. ¿De que conoces tu a Lisa?
-Tu nombre salió durante su interrogatorio. Al parecer era una chica de Meyer Lansky, el "capo".
-¿Como que "era"?.¿Que le ha `pasado?. ¡Te juro que si le habeis hecho algo,yo...!
-Papá...Lisa Camacho ha sido ejecutada esta mañana...
Lo siguiente que escuchó Rubén fué un repentino "click" seguido de un silencio terrible.
(Continuará)
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