domingo, 9 de enero de 2011

El Cine de Stanley Kramer

La mayor parte de los directores de los que hemos hablado en esta sección son estrellas por si mismos. Incluso los hay que han alcanzado la categoría de mito. Pero en esta ocasión vamos a tratar de un  realizador que, aunque conocido y respetado por los aficionados, no lo es tanto por el gran público. Y, sin embargo, nos ha regalado grandes películas y grandísimas secuencias que, por derecho propio, están en la historia del cine. Hoy vamos a repasar la carrera de Stanley Kramer.
 Stanley nació en Nueva York en 1913.Su cuna fué el humilde barrio de "Hell`s Kitchen", en Brooklin, una zona de inmigrantes especialmente conflictiva. Alli se establecieron sus padres, judíos provenientes de Europa.El matrimonio se rompió y Stan creció al cuidado de su abuela materna. El niño tuvo pronto contacto con el mundo del cine pues su madre trabajaba como administrativa en las oficinas de la Paramount y su tio paterno, Earl era distribuidor en la Universal.
 Stanley estudió  Derecho en la Universidad de Nueva York, pero, cuando estaba en el último curso de su carrera, leyó un anunció de la Fox en la que se solicitaban guionistas. Kramer, con 21 años, se dirigió a Hollywood para iniciar una nueva vida. Y empezó a aprender. Fué guionista, montador y diseñador de producción para la Fox, hasta que cambió a la Columbia. En 1941 da el salto y se convierte en ayudante de dirección de Albert Levin en "So ends our night" y  "The Moon and the Sixpence".
 Tiene 30 años cuando es movilizado por el Ejército. Se le destina a una unidad cinematográfica para trabajos de propaganda en Nueva York. Allí conoce al guionista Carl Foreman, que tan importante será en su carrera.
 Después de la guerra se decide a fundar su propia compañía. "Screen Plays Inc" con Foreman. La empresa se estrena en 1948 con  "So this New York" de Mark Robson, con Stan de ayudante. La película obtuvo seis nominaciones a los Oscar y dió a conocer a un joven Kirk Douglas. Además otorgó un nombre a Kramer en la industria. Su siguiente proyecto "Home of the Braves" es un alegato antirracista-uno de los temas predominantes de Kramer-ambientado en la guerra. La película consolida a Kramer como productor independiente y prepara su próximo éxito, "Hombres", protagonizada por un novato Marlon Brando, sobre los traumas de los veteranos de la II Guerra Mundial. Pero el infortunio impidió el merecido éxito, pues el estreno coincidió con el estallido de la guerra de Corea y la ola de patrioterismo irracional que acompaña siempre el inicio de las guerras impidió que triunfara esta cinta crítica.
 Cuando Kramer tiene 36 años es contactado por el todopoderoso Harry Cohn, que le ofrece un sustancioso contrato con la Columbia, además de carta blanca para elegir proyectos. Stan acepta después de producir "Solo ante el Peligro". Sobreviene la ruptura con Foreman, acusado por el Comité de Actividades Antiamericanas. Mientras "Solo ante el Peligro" crece como mito, las primeras producciones de Kramer en la Columbia son destrozadas por la crítica. Son producciones  están enfocadas a la denuncia social, entre las cuales destaca "El Salvaje" con Marlon Brando, que hoy es considerada la iniciadora de la estética del "Rock and _Roll". En 1953 Cohn decide rescindir el contrato de Stan. Solo puede producir una película más. Y lo  hace  con una obra maestra: "El Motín del Caine", dirigida por Edward Dmitryk. Una revisión de la historia del "HMS Bounty" ambientada en la II Guerra Mundial. La interpretación del veterano Bogart es impresionante- ya hemos hablado de ello cuando tratamos el cine de Edward Dmitryk-
 Después de dejar la Columbia, Kramer decide abrir una nueva etapa. Quiere dirigir. Comienza con un drama de ambiente médico, "No serás un extraño" (1955) con Robert Mitchum y Frank Sinatra. A pesar de su duración, 135 minutos, inusual para la época, es un éxito.En su siguiente proyecto Kramer viene a España para rodar una película sobre la Guerra de Independencia contra los franceses. A pesar de algunos topicazos hollywoodienses, la película es entretenida, pero no está a la altura de la novela del gran C.S. Forester. Se trata de "Orgullo y Pasión" con Sinatra, Cary Grant y la bellísima Sofia Loren. Durante esta época es investigado, debido a sus ideas izquierdistas, por la comisión MacCarthy, pero no pueden encausarlo.
 En 1958 vuelve a ponerse tras la cámara para rodar "Fugitivos", con  Tony Curtis y Sidney Poitier, historia de dos presos fugados, uno blanco y otro negro, en un interesante alegato antirracista.
 Al año siguiente Stan encara un proyecto genial. Se trata de denunciar la carrera armamentística nuclear. La historia cuenta las peripecias de un submarino balístico nuclear norteamericano, mandado por Gregory Peck, en busca de los últimos supervivientes en un escenario postnuclear. El final es de los mas memorables de la época. Como vemos Kramer se dibuja como un director comprometido pero, a la vez, exigente en cuanto a la calidad de las historias que cuenta y en la selección de los actores.
 Su siguiente proyecto implica a un Spencer Tracy en la cima de su prestigio. Le acompañan, además Frederic March y Gene Kelly. En ella se cuenta el juicio a un profesor procesado por enseñar la teoria de Darwin sobre la evolución: "Inherit the wind".
 Y entonces llega la apoteosis. Una de las mejores películas de la historia. Sin duda la película que mejor ha tratado el fenómeno del nazismo.Una obra que se debería proyectar en todos los colegios. Se trata de "Vencedores y Vencidos"(1961). En la película se juzga a segundones en la jerarquía nazi, encabezados por un insuperable Burt Lancaster que establece uno de los duelos interpretativos mas fascinantes de la historia del cine con Spencer Tracy. La película no tiene desperdicio. Además es de señalar el impresionante elenco de secundarios- Clift, Garland, Widmark, Dietrich, etc- otra marca de la casa.
 Pero Kramer no se duerme en los laureles. Hace otra gran película sobre las enfermedades mentales. "Pressure Point", en la que vuelve a trabajar con Sidney Poitier y en la que actúa el "crooner" Bobby Darin, con una más que decente interpretación.
 Mientras Hollywood se adentra en los sesenta, Stan se convierte en un referente moral para los nuevps directores. Entonces da un giro radical a su carrera y con su actor fetiche, Tracy, hace "El mundo esta loco, loco, loco", una comedia disparatada sobre una carrera de coches, que creará escuela. Después celebra su cincuenta cumpleaños mientras rueda "El Barco de los Locos". Basada en un best-seller, es la historia de la Alemania prenazi, pero circunscrita a un barco de pasajeros. Bien hecha, claustrofóbica, no tuvo gran éxito.
 Pero Kramer no se desanima y nos regala una historia de amor de las mas bonitas del cine. "Adivina quien viene a cenar" (1967) es, además, otro alegato antirracista, otra vez con Sidney Poitier. Pero lo que resulta maravilloso de la cinta es la relación entre Tracy y Hepburn. Se trata de la última película de Spencer Tracy, que se sabe enfermo de muerte durante el rodaje. También lo sabe su amor, Kate Hepburn. En la película hay un momento, en el que Tracy, padre de la novia de Poitier, le dice a esta cuanto ama a  Hepburn, presente, esta, lo oye con lágrimas en los ojos. Estoy seguro de que los dos actores sabían que eran unas palabras dirigidas a la mujer que ama, no al personaje.
 Después de estas obras maestras el declive es inevitable. Y este acontece en los 70.  "RPM", "Bless the Beasts and Children" y "Oklahoma Crude" son buenas películas pero no están a la altura de su mejor cine.
 En 1977 se retira y se muda a Seattle para dedicarse a la enseñanza, a escribir y a administrar su considerable patrimonio, durante veinte años. En 1997 publica sus memorias bajo el título de "Un  mundo loco, loco, loco.".
 En 2001 murió en Los Angeles, a los 86 años. Aunque fué nominado nueve veces, nunca ganó un Oscar.

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