Lo hizo mediante la Resolución 47/3 del 14 de Octubre de 1992.
Por eso, hoy es un buen día para reflexionar sobre nuestros derechos - y nuestras obligaciones -.
Tenemos derecho a ser ayudados, por los poderes públicos, en la integración social ( La Constitución Española reconoce ese derecho que no siempre se cumple). Yo, que he visto mi vida trastocada desde que un ACV me sentó en una silla de ruedas podría hablaros de ello. Me considero afortunado pués la gente que me rodea - tanto amigos como trabajadores que me he encontrado en esta nueva circunstancia - me ayudan. Los amigos no me abandonaron - al revés - en este nuevo período de mi vida. Y los trabajadores ( de AIP Bóveda y de este CAMF de Ferrol ) me han prestado, en su inmensa mayoría, mucha ayuda.
Esto me lleva a otra reflexión: A los derechos citados deben ir acompañados unos deberes ( siempre lo he creído así). Los discapacitados debemos respetar los derechos de quienes nos ayudan. Debemos pedir ayuda, cuando no podamos hacer algo, con educación, y agradecerla con amabilidad. Y debemos intentar hacer solos todo lo que podamos.
Hemos de molestar lo menos posible. No se trata de acomplejarnos, más bien al contrario. Debemos exigir nuestro puesto en la sociedad. Y debemos ocuparlo con dignidad. Nada de un solo tengo derecho a. Sino acompañarlo de un tengo el deber de. Solamente así tendremos fuerza moral para ocupar , en nuestra sociedad, el lugar al que tenemos derecho. Una sociedad que debe de cambiar el ser y el parecer por el hacer.
Para terminar quiero dedicar esta entrada - en un día tan señalado - a todos los que me han ayudado y me ayudan. Y, ante todo, a mi ángel
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