Sus obras son inconfundibles. De manera que suponen, en conjunto, un estilo propio, bien definido, que llevó al
Naturalismo a unas cotas de perfección desconocidas , antes y después.
Ignacio Zuloaga Zabaleta nació en Eibar ( Guipúzcoa ) en pleno verano de 1870 y murió, en Madrid, en Otoño de 1945.
Retratista y Costumbrista, dominó el panorama artístico español del cambio de siglo - del XIX al XX -. Reconocido seguidor de la obra de Goya y Ribera, ha sido calificado como
antitético del estilo luminoso del mediterráneo Sorolla. Hijo del damasquinador ( artesano que hacía dibujos a base de incrustar, en la decoración, hilos de plata, acero y hierro pavonado ) Plácido Zuloaga y sobrino del reputado ceramista Daniel Zuloaga, ambos artistas influyeron en las primeras inquietudes del joven Ignacio.
En su formación escolar participaron los jesuitas de Madrid, París y Roma. De joven trabajó en su estudio de Segovia , durante 15 Otoños. El resultado fué una magnífica serie de obras que, posteriormente, se llevaría a París. Famoso en Madrid desde que, en 1887, presentara su cuadro
Un Sacerdote rezando en una Habitación Antigua en la Exposición Nacional de Madrid.
Se traslada a París y, en Montmartre, se hace amigo del catalán Santiago Rusiñol. También se hace amigo de Toulouse-Lautrec, Degas y Gauguin - entre otros -. También aprende de Monet.
Expone
El Forjador en el Salón de los Artistas Franceses. Se convierte, así, en el artista gráfico de la Generación del 98. Refuerza su amistad con los literatos franceses huyendo, sin embargo, de sus influencias simbolistas.
En 1895 realiza una segunda exposición en Le Barc de Bouteville, con 6 cuadros.
Comparte estudio con Durrio y Gauguin. Hasta 1898 reside en Andalucía. Ese mismo año expone en la Societé Nationale de París. Premiado, en Barcelona, por
Víspera de la Corrida,
A finales de ese verano se traslada y se instala en el Taller de su tío Daniel. En 1902 vuelve a pintar , en París. Ese año es nombrado Socio de la Nacional de Bellas Artes de París. Su madre fallece en Eibar. Poco después nace su hija, Lucía. Vuelve a Segovia para seguir creando. Además expone en varias capitales europeas. Invitado por Rodin expone en Düsseldorf. Tiene un gran éxito y comienza una amistad epistolar con Picasso. Amigo de Albéniz, participa en los decorados de la ópera
Pepita Jiménez. En 1906 se traslada a París, donde nace su hijo Antonio.
Al año siguiente participa en la 5ª Exposición Internacional de Barcelona. En 1908 triunfa en la Exposición del Salón Nacional de Bellas Artes de París.
En 1909 salta el charco a EE.UU. Expone en Nueva York y Buffalo. Pasa a México, Chile y Buenos Aires. En 1913 preside un tributo a Goya en Fuendetodos.
Con su colaboración, como diseñador de vestuario, en
La vida breve de Falla, se inicia una fructífera relación artística.
Al año siguiente presenta, en Nueva York, sus mejores retratos. Al estallido de la I Guerra Mundial se manifiesta partidario de los Aliados y expone, en Eibar, a beneficio de los huérfanos de guerra.
Entre 1916 y 1917 envía, a Nueva York, 34 cuadros.
Realiza los bocetos para
Goyescas de Granados. Francia le concede la
Legión de Honor. En España retrata a Alfonso XIII y acompaña a Marañón en su viaje por Las Hurdes. Se establece en Madrid, en 1920, donde retrata a Ortega y Gasset. Expone en la Royal Academy de Londres.
Al año siguiente visita la Sierra de Albarracín. Queda fascinado.
En 1925 expone en EE.UU. y Cuba. En 1926 el Círculo de Bellas Artes de Madrid le dedica una exposición.
En 1931 es nombrado Pte. del Patronato del Museo de Arte Moderno. Al inicio de la Guerra Civil deja la Pintura por la Escultura. Dos años más tarde obtiene el premio de la Bienal de Venecia. Alineado con el bando de Franco, durante la Guerra Civil, pinta sobre el asedio al Alcázar de Toledo. Durante la II Guerra Mundial rechaza la ocupación de Francia por Alemania. Muere en Madrid en 1945. Fué enterrado en San Sebastián.
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Autorretrato por Zuloaga |