Acabo de pasar una enfermedad griposa, que me ha tenido una semana separada del blog. Este virus, de origen persa por supuesto, me ha dado la oportunidad de terminar la obra 300 de Frediani. Del autor ya os he hablado en una entrada anterior. Ahora os hablaré de la obra,
Escrita con una prosa correcta, nos lleva a los hechos que confluyeron en la mítica batalla de Las Termópilas.En este choque violento, la Guardia Real espartana, con su monarca Leónidas al frente, se inmoló para dar a los griegos el tiempo suficiente para organizar su defensa en Salamina y Platea. Así los 300 aceptaron su fatal destino, al que se enfrentaron, para que la filosofía griega y la idea occidental de libertad, tuvieran una oportunidad de florecer.
Esta hazaña, digna de cantos como los del incomparable Kavafis, se nos presenta por Frediani, con una descrpción desapasionada.
Frediani no ahorra detalles a la hora dedescribirnos la peripecia de un superviviente de la batalla, sus temores y motivos. También nos narra el complejo de culpa del superviviente que, sabemos por la historia, se inmolará en un próximo enfrentamiento.
Esta narración tiene el problema de que está contada-friamente- por un técnico de la historia. Todo lo que cuenta es cierto, pero no consigue transmitirnos la emoción del choque. Para esto hemos de remontarnos a Kavafis, este si, un gran escritor. Claro que mi análisis puede estar influido por la velocidad con que me ví obligado a leer esta obra, y otra. Algún día tendré que releerlo con calma. Ya veremos...
Bueno, a veces la gente que sabe mucho sobre un tema, no es capaz de transmitir pasión. No es tu caso desde luego. Haces que aprendamos gente como yo, y que retomemos el interés que perdimos por culpa de una enseñanza nefasta. Gracias Fernando.
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