En esto murió Franco y su sucesor se rodeó de políticos para reformar estructuras, que no mentalidades. Ninguno de los gobiernos de la llamada transición se ocupó, arriesgándose a poner en cuestión su poder, de armar a la sociedad de espíritu democrático e instituciones representativas al margen de los partidos (necesarios, pero no en exclusiva) para la democracia.
A Franco sucedió el poder de partidos, mas democráticos pero no lo suficiente, cuyo control se pone en manos de cúpulas cerradas y bloqueadas, como sus listas. ¿Y aún nos sorprende lo que pasa?. Lo que pasa es que nos obligan a elegir entre Guatemala o Guatepeor.
Además se nos impide opinar sobre la forma de gobierno, blindada especialmente en el título II de La Constitución.Además, a todos aquellos que somos partidarios que somos partidarios de sustituir al suegro de Urdangarín por un Presidente de República, se nos descalifica exhibiendo el fantasma del pasado.¡Como si no hubiera otra forma de república que la pasada. Además la crisis económica se está cargando la clase media, base de la transición política.
¡Pero cuidado¡. Según un presidente de república, Lincoln, ¨se puede engañar a muchos poco tiempo, a pocos mucho tiempo, pero no a todos todo el tiempo¨.
Bravo, bravo y bravo...Un resumen genial y clarificador de nuestra historia. Es un apoyo enorme a los que pensamos lo mismo e intentamos en la calle, en el trabajo, en casa y en todos los sitios donde estamos, aclarar que esto tiene solución...Sólo hay que proponerse sinceramente derrocar este estado del malestar. Enorme Leónidas.
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