viernes, 20 de diciembre de 2024

LOCOMOTORA EN POZOBLANCO (Córdoba)

 


En la Avenida del Siglo, inicio del Parque Aurelio Teno, en Pozoblanco (Córdoba), se encuentra esta antigua locomotora de vapor fabricada por la empresa Maquinista Terrestre y Marítima S.A. Data de 1900 y fue fabricada en Barcelona. Entró en servicio con la compañía de ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y Alicante y fue empleada para transportar mercancías.

Es importante porque fue el primer modelo fabricado en serie en España. No es original ya que está basado en uno anterior fabricado por Cockerill en 1878. Pero la máquina de la foto contaba con una caldera mayor y un timbre más elevado. Cuenta además con ruedas de cuerpo macizo, pues en España no se fabricaban las de acero moldeado con radios.

En Renfe esta locomotora prestó servicio en diferentes líneas hasta que fue trasladada a la línea de Córdoba a Almorchón. Continuó trabajando allí hasta 1964, cuando comenzó el proceso de desguace de la serie. Se salvó únicamente esta locomotora, que fue apartada en la rotonda del depósito de San Jerónimo en Sevilla. En 1976 Renfe decidió que pasara al Museo del Ferrocarril de Madrid, pero la tercera zona de Renfe ordenó crear una sede de dicho museo en Sevilla (aunque después esta decisión fuera revocada). La locomotora se quedó en Sevilla y, con otros vehículos, fue aparcada en la estación de San Jerónimo.

En 1991 se decide demoler la rotonda con motivo de la Expo de Sevilla y la locomotora se trasladó a la estación de mercancías de Majarabique. En 1993 se trasladó a Pozoblanco para convertirla en monumento a la tracción vapor en el Parque Aurelio Teno.

La locomotora sigue perteneciendo a la Fundación de Ferrocarriles Españoles y está cedida para su exposición al Ayuntamiento de Pozoblanco, que rinde así homenaje al ferrocarril. Como parte del patrimonio histórico español está protegida por la Ley 16/1985. La locomotora recibió el nombre de La Porteña y fue una de las más importantes en su época en España, siendo muy conocida en Andalucía.

En uno de mis paseos por Pozoblanco me la encontré súbitamente y le hice esta foto que acompaña al texto. Cuando era universitario a mediados de los años 80, y presa del romanticismo que rodea a los trenes, cogí mi primer tren de Santiago a Coruña. Pero la duración del trayecto fue excesiva y decidí, a partir de ese momento, hacer mis viajes en un medio menos romántico pero más rápido: el autobús. 

Sirva esta entrada para reconciliarme con este medio de transporte.

miércoles, 18 de diciembre de 2024

NOSTALGIA DEL PARAÍSO

 


Fue hace menos de un mes. Estuve en el Paraíso. En Córdoba. Y allí fui feliz.

Uno de los momentos de mayor felicidad lo refleja esta foto. Estaba en una terraza, saboreando rabo de toro. Al sol, aunque protegido por la sombra de un árbol. Una joven y atractiva camarera, enfundada en un mono negro de licra palabra de honor, me sonreía. La tapa de rabo de toro me supo entonces aún mejor. Ante mi discurría armoniosamente el Guadalquivir.

Entonces llegó un músico bohemio, el violinista de la foto. Sacó el instrumento de su funda y se puso a tocar... ¡¡jazz!! Cada vez que paraba, me acercaba, le echaba unas monedas y le pedía otro tema. El que más me gustó fue All of me. En ese momento todo me supo mejor, la camarera me gustó más, el Guadalquivir salió de su cauce para sonreírme y Córdoba me abrazó.

Ahora han pasado casi un mes y mil kilómetros, aquí está lloviendo y siento nostalgia.



viernes, 13 de diciembre de 2024

CON EL CRISTO DE LOS FAROLES

Había llegado a Córdoba muy cansado. Me había recibido mi amigo Rafa (mi guía) y me había llevado a ver el símbolo cordobés por excelencia, el Cristo de los Faroles. Era al mediodía y la luz del sol incidía directamente sobre la imagen. Los faroles estaban apagados y la magia que, según la leyenda lo rodea, también.

Lo contemplé un momento y enseguida me fui a descansar a mi residencia, recordando lo que mi amigo me había contado sobre el Cristo. Era por la tarde y hacía demasiado calor.

De madrugada me desperté y me sentí nervioso y agobiado aún por el calor de aquella noche de finales de agosto. ¿Cómo se vería ahora el Cristo, nada espectacular a la luz del sol? La leyenda hablaba de que era hermoso iluminado por los faroles que lo rodeaban. Decidí salir a tomar el fresco. 

Callejeando por la solitaria Córdoba a esas horas, iba sumido en mis pensamientos rememorando los datos que Rafa me había contado. Fui a parar a una pequeña plaza donde, iluminado, se encontraba el Cristo de los Faroles. 

El Cristo de los Faroles


Una fuerza inexplicable pero poderosa me empujó hacia los pies del crucificado. El resto de la plaza estaba a oscuras. Solo en el centro ocho faroles rodeaban la cruz. Detrás a mi derecha intuí una figura que se había detenido a mi lado. Era un hombre delgado y elegante, que me dijo con voz profunda y como de ultratumba:

- Hola, me llamo Manuel. No te pierdas la gran noticia que en unas horas aparecerá en todos los periódicos. Yo ahora me tengo que ir.

Cuando me di la vuelta lo vi desaparecer rápidamente en la oscuridad. No le di importancia y me pareció una mala jugada de mi imaginación. Dejé la plaza y seguí perdiéndome por Córdoba la llana.

Horas después fui a parar a mi taberna, que ya estaba abriendo. Pedí un café con leche, lo que extrañó al afable tabernero, y la prensa. Me dijo:

- No te vas a creer lo que viene en la prensa hoy.

Me lanzó con desgana el periódico que ponía: MANOLETE HA MUERTO. Seguía la noticia contando que había sido cogido ayer en la plaza de Linares...


Manolete era muy devoto de la Virgen de los Dolores, pero solía detenerse ante el Cristo de los Faroles en su camino a la iglesia que se encuentra en esta misma plaza.

El Cristo tiene cuatro clavos, uno en cada pie y uno en cada mano, en vez de tres que es como se representaba en el siglo XVIII. Su autor fue Juan Navarro por encargo del padre franciscano Fray Diego José de Cádiz. Su advocación es el Cristo de la Misericordia y de los Desagravios. Fue tallado en piedra a finales del XVIII.

Los cordobeses son muy devotos de este Cristo y, a la caída de la noche bajo una luz tenue, el silencio se ve interrumpido por los que se detienen a rezar, encender una vela o dejar un ramo de flores a sus pies.



Dedico esta entrada y todas las que haga sobre Córdoba a mis amigos Javi, Rafa y la maravillosa Toñi, que me enseñaron su Córdoba de tal manera que hicieron que me enamorase de ella y les prometiera volver. Recomiendo sus servicios a todo aquel que quiera conocer la ciudad de forma diferente. 

WOOW Córdoba

viernes, 30 de agosto de 2024

¿SERÉ LEYENDA?

Me voy de vacaciones, todavía no sé cuánto tiempo. Estos años han ocurrido cosas que me hacen replantearme el futuro. Para pensar sobre ello me voy de vacaciones a Córdoba. Sí, sé que es mucha distancia y parece una decisión muy drástica. Pero necesito tomar distancia y se me ocurre que unos 1000 kilómetros son suficientes.

No sé cuánto tiempo estaré en stand-by, algunos meses. Pero al final volveré a retomar el blog, os lo prometo. Por eso os pido que estéis atentos y de vez en cuando os paséis por esta página o el Facebook para comprobar si ya he vuelto. Porque volveré. Y mi nombre será leyenda.

¡Hasta pronto! Nos veremos en el infierno 👿



miércoles, 28 de agosto de 2024

UN TIMÓN, UN CUADRO Y UN RELATO

 


El pasado domingo acudí a una visita guiada al Cuartel de Dolores, sede del Tercio Norte de la Infantería de Marina. Allí los visitantes fuimos recibidos por el Coronel Jefe. En nuestro paseo por las instalaciones nos contó el Coronel un hecho histórico para la Infantería de Marina.

El 14 de febrero de 1797 se produjo la batalla del Cabo de San Vicente, en la que el granadero de marina Martín Álvarez, que hoy sería Infante de Marina, defendió el buque San Nicolás de Bari y su bandera cuando toda la tripulación se encontraba muerta o malherida a causa del ataque inglés. Dicho ataque fue narrado por el oficial británico que participó en el mismo. Admirado por la valentía del granadero Martín Álvarez contó la historia que reflejaría Augusto Ferrer-Dalmau en su pintura.

El soldado español le dio el alto en pleno ataque al oficial británico, quien se negó a detenerse. Entonces Martín lo hirió con su sable, salpicando su sangre el timón del barco. El granadero fue acribillado por los soldados ingleses. Nelson, que presenció la dramática escena, ordenó que se le prestaran los mayores honores militares al cadáver del español.

Rueda de timón en el Museo Naval de Ferrol.


Resultó que el granadero Martín Álvarez no estaba muerto, sino muy malherido. Fue cuidado por sus enemigos y se recuperó. Lo desembarcaron en el sur de Portugal y de ahí fue trasladado a España, donde se reincorporó al cuerpo de Granaderos de Marina y fallecería cuatro años después en un accidente. Su sable se conserva en el Museo Naval de Londres.

Desde entonces Martín Álvarez pasó a formar parte de lo mejor de la Infantería de Marina española. Por eso el citado Coronel nos habló de su hazaña y a mi se me ocurrió escribir este relato sobre la historia de este personaje tan destacable. Para ello incluyo las imágenes del cuadro de Ferrer-Dalmau y mi foto de una rueda de timón del Museo Naval de Ferrol, como la que fue testigo de la proeza del granadero.

En España somos muy dados a olvidar lo mejor de nuestro pasado. Así, cuando alguien como el citado Coronel nos habla de un episodio destacado como este, creo que estamos obligados a darle difusión. Por ello, valga esta entrada como homenaje a los granaderos de Marina, hoy Infantería de Marina, cuyo lema es: Valientes por tierra y por mar.

viernes, 23 de agosto de 2024

POMPEYA. DOS LIBROS EN UNO



Acabo de terminar dos libros en uno. Son de autores distintos: uno del arqueólogo Rubén Montoya y otro del famoso novelista Robert Harris. Recomiendo vivamente su lectura y, además, la lectura de uno a continuación del otro. 

Los dos tratan del mismo tema, la vida de la ciudad romana de Pompeya en torno a la erupción del Vesubio. Pero uno lo hace como arqueólogo, dando vida a los hallazgos de lo que fuera la antigua ciudad; y el otro como escritor de historia bien documentado en torno a los hechos y con imaginación.

Un libro es complementario del otro. Esto lo descubrí por error: quería comprar el de Harris en realidad, pero en el escaparate de mi librería de referencia vi uno con el título de Pompeya y me cegó la ilusión... Después volví a por el otro y terminó siendo todo un acierto.

Empecemos hablando del español.

Rubén Montoya nos cuenta lo que podía ser la vida de la ciudad a través de los objetos hallados en su excavación. Le da vida a esos objetos y nos conduce a la Pompeya de la erupción, explicando con prosa clara y apasionada lo que le sugieren esos hallazgos. El principio de la obra es magnífico: nos narra su llegada a la excavación y que seguirá a través de todo el libro, guiándonos en un viaje tan riguroso como imaginativo.

El otro autor, Robert Harris, es un escritor británico consagrado que nos presenta a varios personajes de ficción a los que pone carne y hueso.

Por eso digo que son dos obras complementarias y que, en realidad, se deberían de leer juntas. Las dos nos sumergirán en el siglo I de una ciudad romana, tanto mostrando sus objetos como llevándonos a los recovecos de la imaginación de los romanos de aquel tiempo. En mi recuerdo se mezclan las novelas para arrastrarme a la Pompeya del Vesubio. No sé qué datos saqué de un libro y cuáles de otro (es lo que tiene mi mala memoria). La sensación después de haber leído los dos es, eso sí, muy grata. Mi memoria emocional es mejor que la racional y me dice que he disfrutado mucho con estas lecturas.

Rubén Montoya otorga a la arqueología el lugar que muchos le niegan puesto que nos cuenta la historia de Pompeya en 100 objetos hallados a varios metros de profundidad y que nos muestra cómo era la vida en ese lugar en el año 79 de nuestra era. También rescata, para nuestro orgullo, los primeros trabajos que en el lugar se hicieron bajo el reinado de Carlos III.

Por su parte, Robert Harris nos lleva con Marco Atiglio, un ingeniero romano, a la Pompeya del desastre y nos contagia la frustración de su personaje al darse cuenta de lo que va a ocurrir.

Ambos libros, sobre todo el de Harris, nos exigen un esfuerzo para huir del presentismo y no juzgar los hechos con lo que sabemos ahora. 

Es por ello que vuelvo a recomendar encarecidamente la lectura conjunta de estas dos obras; no se arrepentirá el lector. Yo, al menos, no. Y aún me falta leer Los últimos días de Pompeya, de Edward Bulwer Lytton. Ya os contaré...

miércoles, 21 de agosto de 2024

EL CUARTEL DE DOLORES, UN CLÁSICO DE LA ARQUITECTURA MILITAR FERROLANA


El cuartel de Dolores, sede del Tercio Norte de Infantería de Marina, es legendario entre la arquitectura militar ferrolana. Fue construido en 1726 siguiendo el diseño de Sánchez Bort. Es el cuartel más antiguo de España aún en funcionamiento. Refleja la importancia militar y naval de Ferrol. Es el símbolo de la ligazón entre el mar y la Infantería de Marina. Esto se da principalmente en Ferrol, ciudad que alberga además uno de los tres Arsenales militares españoles (los otro dos están en Cartagena y Cádiz).

Antes de la construcción del cuartel y después del Arsenal, Ferrol era San Julián de Ferrol, un simple puerto de pescadores. Felipe V decidió establecer aquí la ciudad departamental del Cantábrico y, para defenderla, se edificó este cuartel.


El Cuartel de Nuestra Señora de los Dolores, su verdadero nombre, reunió las defensas de Ferrol. Desde 1771 acoge al Tercio Norte. Esto tuvo una excepción a principios del siglo XX, cuando alojó al Regimiento de Infantería Zamora número 8 del Ejército de Tierra. Curiosamente muy poca gente en la ciudad conoce que en este cuartel hizo guardia un segundo teniente del ejército de tierra llamado Francisco Franco.

El cuartel, edificado en plena Ilustración, está caracterizado por una marcada simetría y cuenta con un gran patio de armas alrededor del cual se desarrolló todo el cuartel.

Este establecimiento militar fue clave en la línea defensiva de Ferrol, contando en su exterior con la única puerta de la ciudad que se abría al mar y que aún se conserva, la de Fontelonga.


Por eso esta instalación es de visita obligada para los turistas que vienen a Ferrol. 

Bandera coronela del I Batallón del VI Regimiento de Infantería de Marina
del que procede el actual Tercio Norte en el Cuartel de Dolores.


jueves, 25 de julio de 2024

viernes, 19 de julio de 2024

JOSÉ PATIÑO Y LA ESCUELA NAVAL MILITAR

José Patiño y Rosales

En 1717 era Intendente General de la Armada José Patiño. Su mayor aportación a la historia naval de España fue la creación de la Real Compañía de Guardiamarinas, actualmente Escuela Naval Militar. Este fue y es el único centro educativo donde los oficiales de la Armada reciben los conocimientos necesarios para el ejercicio de sus misiones.

Esta compañía fue la primera institución española en el conocimiento de cartografía, náutica, artillería, meteorología, oceanografía y astronomía. La documentación original de este método de enseñanza se encuentra en el actual Archivo General de Marina Álvaro de Bazán.

Su fundador, José Patiño y Rosales, fue conocido en Italia, donde nació, como Giuseppe Patino, nacido el 11 de abril de 1670 en el Milán español. Murió en el Real Sitio de San Ildefonso en 1736, siendo de nacionalidad española y de religión católica. Fue hijo de Lucas Patiño de Ibarra y Beatriz de Rosales. Alcanzó gran influencia en la corte de los Borbones hasta llegar a ser Secretario de Estado, Guerra, Marina, Indias y Hacienda. Además llegó a ser Almirante de la Real Armada. Fue nombrado por el rey Grande de España de primera clase, Caballero de la Orden del Toisón de Oro y Comendador de la Orden de Santiago.

Carlos II, el último de los Austrias, había fallecido sin descendencia y fue sucedido, en virtud de la victoria en la Guerra de Sucesión, por el primer español borbón, Felipe V. Por la política borbónica los Consejos de España perdieron el poder que habían tenido durante el reinado de la casa de Austria, y ganan poder los Secretarios del rey, entre ellos nuestro José Patiño. Aunque este había nacido en la península italiana, sus abuelos eran del antiguo Reino de Galicia y se habían establecido en Italia en el siglo XVI, desempeñando allí importantes cargos militares. Por eso Patiño nación en Milán, siendo bautizado en una parroquia de esta misma población.

Su padre fue el Primer Señor del Castelar y, por tanto, marqués del feudo ducal de Castellaro en Lodi, título que compró a la Regia Cámara jurando fidelidad a Carlos II, aunque después se decantaría por Felipe V, el borbón.

Patiño se educó con los jesuitas en Milán y después en la casa que la Compañía tenía en Roma. Felipe V le concedió en 1707 una plaza en el Senado de Milán, no llegando a obtenerla a causa de la Guerra de Sucesión. Fue armado Caballero y Comendador de Hornachos y de la Orden de Alcántara en 1708 y Capitán de Justicia hasta que España evacuó la plaza y el Estado de Milán. Como ya dijimos, en la Guerra de Sucesión apoyó la causa borbónica, siendo nombrado Intendente de Extremadura, donde dejó huella por su excelente gestión y por haber controlado los desastres que produjo la guerra con Portugal.

En 1714 obtuvo la rendición de Barcelona. Dos años después inspiró el Real Decreto de Nueva Planta para Cataluña, haciendo que este principado contribuyese a las arcas del estado. En 1733 redactó el primer pacto de familia borbónico. 

Posteriormente fue nombrado por Felipe V Intendente General de la Marina (equivalente a lo que hoy sería Ministro) y comenzó la reconstrucción de la marina de guerra y, sobre todo, de la flota de Indias, que se encontraba en estado lamentable. Fue nombrado también Intendente del Reino de Sevilla y presidente del Tribunal de Contratación para unificar competencias, trasladando la sede de la Casa de Indias a Sevilla casi completamente. Porque a principios de 1493 había sido designada, pero solo en teoría.

También atribuyó a la administración central dos competencias fundamentales: la puerto-aduanera y la institución administrativa. Una fue trasladada a Sevilla y la otra a Cádiz. 

En 1717 publicó las Ordenanzas de la Armada, unificando todas las fuerzas navales: Galeras del Mediterráneo, Navíos del Océano y Galeones de Indias. Construyó el Arsenal de la Carraca por orden de Felipe V y creó la Compañía de Caballeros Guardiamarinas en cada cabecera de departamento marítimo: Cádiz, Cartagena y Ferrol.

Sede de la antigua Compañía de Guardiamarinas en Ferrol,
actual parroquia castrense de San Francisco.
No tiene torres porque iba a albergar un observatorio de la Marina
que finalmente no se construyó.

Impulsó la construcción de nuevos buques y consiguió una flota adecuada a las necesidades de España, formada por 31 navíos. Participó en la campaña de Cerdeña y organizó las fuerzas que levantaron el sitio de Ceuta contra los marroquíes. Puesto que los gobernantes de esa época ya tenían claro que el sultán de Marruecos era nuestro enemigo, cosa que por desgracia no tienen claro ahora. Organizó las fuerzas que ocuparon Parma y Toscana y Orán y Mazalquivir.

El 3 de noviembre de 1736 fallecía en San Ildefonso. Patiño fue uno de los españoles destacados de nuestra historia y clave para entender el origen de la Escuela Naval Militar y la anterior Compañía de Guardiamarinas. De hecho, las actuales promociones de oficiales de la Armada no se cuentan a partir de la fundación de la Escuela Naval militar sino de la fundación de las Reales Compañías de Guardiamarinas, unificadas en la Compañía de Guardiamarinas de Cádiz y, posteriormente, en las promociones de la Escuela Naval Militar.

Por todo ello, Patiño merece nuestro respeto y, por eso, quise contar su historia en este blog.


miércoles, 17 de julio de 2024

ANACRONISMO PRODIGIOSO EN PLENO CAMPUS FERROLANO: A CASA DO PATÍN

A Casa do Patín es uno de los edificios emblemáticos que hay en Ferrol y constituye un símbolo del pasado ferrolano. Se encuentra en pleno campus de Esteiro, contiguo a la plaza de Carlos Casares. Actualmente alberga la biblioteca universitaria. 

Se construyó a mediados del siglo XVIII. Tiene tres plantas y un ático, este añadido con posterioridad. En una de sus fachadas conserva un patín, es decir, un acceso directo por el exterior desde el nivel del suelo a la primera planta. 


Vista del patín a la primera planta
que da nombre nombre al edificio.


Según Consolación Cubero, directora de la Casa del Patín, el edificio fue construido en 1750 dentro del llamado Cuadro de Esteiro, un barrio de trazado ortogonal que fue creado para dar cobijo a los trabajadores del Arsenal y a sus familias. Según consta en documentos al respecto, parece que en 1758 el edificio estaba en obras y había sido mandado construir por un tal Matías Abadiano. Una sentencia judicial le obligó a cerrar la base del patín para que, según el juez, no fuese usado por personas malintencionadas. El pleito mencionado fue la causa por la que por edicto municipal se prohibiría la construcción de patines en otros edificios.

A lo largo de su historia tuvo diferentes usos. Inicialmente fue vivienda de familias de trabajadores del Arsenal. Aunque su aspecto hoy es espléndido, que no nos lleve a engaño: en realidad en él vivían hacinadas muchas de esas familias. Llegó incluso a albergar una tienda. Pero con el derribo del antiguo barrio de Esteiro entró en decadencia hasta el punto de que en los años 70 y 80 llegó a temerse por su conservación, llevando al ayuntamiento en los años 80 del siglo XX a plantearse su demolición. 

Sin embargo acabó rehabilitando el edificio. Cuando se decidió convertir el antiguo hospital de Marina en el nuevo campus, se abrió la puerta de la transformación de la Casa del Patín en biblioteca universitaria. La artífice de este cambio de rumbo fue Nona Inés Vilariño, que por entonces era la titular de asuntos universitarios, y que presentó un proyecto de rehabilitación para su transformación en biblioteca. 

Utilizando los fondos europeos FEDER, el ayuntamiento y la Universidad de la Coruña consiguieron rehabilitarlo con un coste de 195 millones de pesetas. En mayo de 1995 fue inaugurada la biblioteca en su interior, aunque no entró en servicio hasta un mes mas tarde, en que abrió sus puertas a toda la comunidad universitaria con el esplendoroso aspecto que tiene ahora.

La biblioteca cuenta con 275 puestos de lectura y con amplios fondos bibliográficos de Humanidades y Enfermería. Años más tarde se incorporarían fondos de Diseño Industrial y Relaciones Laborales. Cualquier ferrolano mayor de 18 años puede hacerse usuario externo y acceder a los fondos.


A mi me llamó la atención el edificio porque era visible desde la cafetería del campus a la que acudo después de mis clases de informática. Por eso decidí contar someramente su historia y hacerle estas fotos.

viernes, 12 de julio de 2024

¿ESPRONCEDA EN VERSIÓN METAL?

 


Si os gusta el poema de Espronceda "La canción del pirata", probablemente os sorprenderá gratamente la canción de este grupo de heavy metal y power metal épico, Tierra Santa, del año 2000. 

Siempre me gustó este poema por la épica que encierra en si, pero, además, este tipo de música es el acompañamiento más adecuado. Nunca me canso de escuchar el poema y la canción. 

Y aunque soy un apasionado seguidor de Pérez Reverte, tengo que decir que se equivoca en su artículo en lo que a mi respecta. Porque yo, aún siendo víctima de esas reformas educativas de las que él habla, sí que conocía el poema. Gracias a este tema, lo disfruto aún más.

Artículo de Pérez Reverte aquí

miércoles, 10 de julio de 2024

DÍAS DE INFIERNO Y GLORIA, Libro de Héctor Castro

 

Esta no es la primera obra de Héctor Castro, pero es la primera que leí yo. 

Iba paseando ("rodando" con mi silla de ruedas eléctrica) por la calle Real de Ferrol cuando me fijé en el escaparate de mi librería de cabecera, la Central Librera. Allí mis ojos me llevaron a una portada singular, la que veis aquí, con el título "Días de infierno y gloria" y el subtítulo "María Pita y la defensa de la Coruña". Como buen coruñés viví siempre a la sombra de este personaje histórico. No hay nadie en la ciudad que no haya oído hablar de esta mujer. 

Hasta ahora, que yo sepa, solo hubo un autor que se atreviera a hablar de ella y del fracaso de la Contraarmada inglesa en su ataque a La Coruña. Fue el coruñés Luis Gorrochategui, compañero mío de instituto y autor del gran ensayo sobre la batalla referida. Pero es el ferrolano Héctor Castro el que ha hecho una novela épica sobre estos hechos.

Como decía, no pude evitar entrar en mi librería favorita y pedir echar un vistazo al libro de Castro. Enseguida supe que lo iba a comprar. Un vistazo al prólogo y a alguna de sus escasas ilustraciones despertó en mi la enfermedad crónica de comprador compulsivo de libros que padezco. Era una forma de conectar además con mi Coruña, en la que viví hasta los cuarenta y seis años y a la que temo no poder volver.

Héctor Castro nos transporta a La Coruña de 1589, dibujando un ambiente y unos personajes con una mentalidad muy de la época, sobre todo María Pita y su marido. A lo largo de más de 300 páginas nos lleva por las peripecias de estos personajes, que, aún perdidos en el tiempo, han dejado huella. Huella que el autor ayuda a rescatar con esta obra.

El libro señala como, en pleno reinado de Felipe II, su rival Isabel I de Inglaterra pretende vengar el ataque español a tierras inglesas (aunque fallido) con un contraataque que tiene como objetivo las costas del noroeste de la península, concretamente La Coruña, uno de los lugares desde el que había partido el ataque español. Dirigidos por Drake, tratarán de destruir la ciudad herculina. Ahí toparán con la resistencia de los coruñeses, que enardecidos por el ejemplo de María Pita, consiguen rechazar el ataque inglés.

Es un libro fácil de leer, apasionante para los que somos aficionados a la historia. Si algún defecto tiene para el que escribe es que te engancha enseguida y te hace olvidar tu entorno. Imprescindible para el que le guste la novela histórica bien documentada (no como otras novelas del género), ayuda a conocer la historia. Los que no son de La Coruña y se preguntan por qué María Pita es tan venerada en mi ciudad hallarán la explicación en esta novela. Que también nos narra el funcionamiento y la crisis de la monarquía hispánica en tiempos de Felipe II. Es tan respetuosa con la historia como con el mito de la heroína María Pita y consigue darle verosimilitud a los detalles que describen a esta mujer.

Los que la lean han de tener también en cuenta que están ante un personaje del siglo XVI con una mentalidad del siglo XVI; una marca de fábrica que Héctor Castro da a todos sus personajes y que no todos los escritores de este periodo saben hacer. Por ejemplo, mi admirado Pérez Reverte, un gran experto en esta época, falla a mi juicio a la hora de describir la mentalidad de sus personajes.

Por eso las obras de Héctor Castro son claves para conocer bien la época y esta historia de María Pita es fundamental para entender la importancia que tiene en la historia de los coruñeses. Porque para saber lo que somos y a donde queremos ir debemos conocer bien nuestro pasado. En esta novela se nos explica la relación de La Coruña con la mejor parte del pasado hispánico.

viernes, 5 de julio de 2024

EL JUAN SEBASTIÁN DE ELCANO, UNA LEYENDA FLOTANTE.

 

El Juan Sebastián de Elcano. Maqueta en Exponav.

El Juan Sebastián de Elcano es el buque escuela de los futuros oficiales de la Armada Española. Será el próximo hogar de la Princesa Leonor cuando se encuentre en pleno periodo de formación militar. 

Se trata de un bergantín-goleta de cuatro mástiles que llevan los nombres de los cuatro buques escuela que lo precedieron: Blanca, Almansa, Asturias y Nautilus. El nombre de este buque se le dio en honor al comandante de la expedición que completó la primera vuelta al mundo en 1522. Lleva el escudo de armas de Elcano, otorgado por el emperador Carlos I tras la vuelta del sucesor de Magallanes. Este escudo cuenta con el globo terráqueo con el lema Primus Circum dedisti me (fuiste el primero en circunnavegarme).

Fue construido en el astillero Echevarrieta y Larrinaga en Cádiz. Es único en su clase y es propiedad de la Armada Española. Su construcción fue autorizada el 6 de abril de 1923 e iniciada el 21 de noviembre de 1925. Se botó el 5 de marzo de 1927, siendo asignado el 17 de agosto de 1928, es decir, cuenta con una vida operativa de casi un siglo.

Desplaza 3770 toneladas apc. y 2900 toneladas en rosca. Mide 113 metros de eslora, bauprés incluido, 13 metros de manga (ancho) y 8 de puntal. Su calado son 7 metros y el calado aéreo es de 48.7 metros. Cuenta con 20 velas con una superficie total de 3151 m2. 

Está equipado para la navegación con una tecnología muy moderna, entre otros dos radares de navegación Decca bridge master, dos giroscópicas Sperry mk27, una corredera Sagem LHS, dos GPS Leyca Marina MX.420/8 y un Antema AIS SAAB R4.

En cuanto al armamento, cuenta con dos cañones de 37mm, dos ametralladoras Browning de 12.7mm y otras dos MG-1 de 7.62mm.

Tiene una propulsión combinada vela/motor diésel, con un motor Deutz MWM tipo RBV 6M y una potencia de 2070 cv. Puede alcanzar una velocidad de 16.5 nudos. Aunque normalmente navega a vela, con el motor apagado.

La tripulación es de 197 hombres y mujeres, con 24 oficiales, 22 suboficiales, 146 marineros y 5 civiles. Puede alojar hasta 78 guardiamarinas.


La principal misión del Elcano es la formación de los guardiamarinas embarcados, futuros oficiales del Cuerpo General e Infantería de Marina. Los guardiamarinas embarcan durante el segundo semestre del tercer curso en la Escuela Naval de Marín. El crucero de instrucción típico es un viaje a América que durará seis meses, ida y vuelta, y 20.000 millas marinas, en el cual hacen 155 singladuras. Esto significa el primer contacto prolongado e intenso de los futuros oficiales de la Armada con el mar, durante el cual consolidan y amplían sus conocimientos técnicos y marineros.

La segunda misión del Elcano consiste en desarrollar una labor de apoyo a la política exterior del Gobierno. Por eso se le llama el embajador flotante de España. Durante esta travesía se organizan juras de bandera para civiles españoles que viven en los países ribereños que visitan. Esto le ha valido el cariño de nuestras comunidades en el extranjero.

Este buque, para su reparación y mantenimiento, cuando no está navegando se encuentra en la base naval de La Carraca en Cádiz. 

El Elcano tiene una larga vinculación con la familia real española, empezando porque Alfonso XIII no quiso perderse la botadura, ya que había seguido con interés los pasos de su construcción. Se embarcó en el mismo siendo rey y viajó desde Cádiz a Málaga en dos días. El 8 de julio de 1928 el mismo rey visitó otra vez el buque para presidir la entrega de su Bandera de Combate. 

En su día don Juan de Borbón no pudo embarcarse por hallarse en el exilio con su padre. Tuvo que ser Juan Carlos I como Príncipe de España quien tomaría parte en la travesía de instrucción número XXX en 1958. Este rey (el Emérito) salió de Cádiz y desembarcó en Norfolk, EE.UU., habiendo pasado por Las Palmas, Santo Domingo, Cristóbal, Balboa, Callao y Cartagena de Indias.

A finales de mayo de 1979 Don Juan de Borbón se quitó la espina que tenía clavada al no haber podido embarcar en el Elcano cuando era guardiamarina: ya con su hijo en el trono, pudo viajar en el buque escuela español a Nueva York.

Veintinueve años después de que lo hiciera su padre embarcaría el Príncipe Felipe, hoy Rey de España, en el crucero LVIII de instrucción, que terminó el 24 de mayo del 1987 en Baltimore, EE.UU. 

Este navío será el próximo hogar de la guardiamarina Borbón, Princesa de Asturias. Así culminará hasta ahora la relación de la Familia Real con el Elcano.



miércoles, 3 de julio de 2024

FERROL A TRAVÉS DEL TIEMPO

 

Maqueta de la Ría de Ferrol en Exponav

En esta maqueta que fotografié durante una visita guiada a Exponav encontramos la razón por la que Ferrol fue elegida como Ciudad Departamental por Felipe V. 

Aunque Felipe II ya se había fijado en el potencial estratégico de la ría, fue Felipe V, en virtud del pacto de familia borbónico, quien necesitó perentoriamente una base naval en el noroeste de España. Este pacto de la familia Borbón, que reinaba en Francia y en España a finales del siglo XVIII, proponía unir fuerzas para superar a Inglaterra, su enemigo común, en el mar. 

Esta base del noroeste de España pretendía, en primer lugar, proyectar el poder naval español hacia las colonias españolas en América, acosadas por Inglaterra. Y, en segundo lugar, interceptar el comercio inglés que se dirigía a las colonias de Norteamérica. 

El primer Marqués de la Ensenada, Don Zenón de Somodevilla y Bengoechea, era su Secretario de Hacienda, Marina, Guerra e Indias y fue quien le aconsejó establecer la base de su flota atlántica en la Villa de Ferrol puesto que su ría, como se puede observar en la foto, era ideal como refugio y mantenimiento de sus buques. En definitiva, para instalar su Arsenal. Por eso se estableció en Ferrol la base naval y también se la eligió como sede de la Capitanía General del Cantábrico.

 Antes del Marqués de la Ensenada, San Julián del Ferrol era un pueblo de pescadores con unos pocos cientos de habitantes. Esos pocos pescadores vivían en lo que hoy se conoce como Ferrol Vello. La población creció con la llegada de los presidiarios que trabajaron en el Penal de San Campio, actual Museo Naval. Cuando redimían sus penas con el trabajo se quedaban a vivir en Ferrol con sus familias, haciendo que este lugar llegara a 25.000 habitantes en pocas décadas.

Estos ex-presidiarios fueron a vivir a la zona de Esteiro, actualmente desaparecida y sustituida por edificios modernos. La clase media que se ocupaba en la época de la gestión de este Arsenal habitó el actual barrio de la Magdalena, proyectado por los mismos ingenieros navales que habían diseñado el Arsenal. Y se puede ver perfectamente en el trazado de la ciudad, llamada por eso Ciudad de la Ilustración.

Barrios históricos de Ferrol

Lo demás es historia, pero observando la maqueta de la foto uno se da cuenta de por qué este pequeño pueblo de pescadores se convirtió en la capital del Departamento Marítimo del Cantábrico. Por eso también se la conoce como Ciudad Departamental.

Con la modernización de la estructura naval de España desaparecieron los Departamentos Marítimos, siendo sustituidas sus sedes por sedes de mandos operativos. Así Ferrol pasó de ser Ciudad Departamental a Ciudad Naval.

miércoles, 26 de junio de 2024

VOLVER A POMPEYA


Me llamo Paul Granger y voy a morir. No quiero hacerlo con esta culpa, por eso voy a contar mi historia para calmar mi conciencia de centenario.


Yo estaba allí. Sobrevolé la zona en un bombardero. El día anterior el jefe de nuestro escuadrón nos reunió para el briefing de la incursión. Íbamos a atacar un objetivo estratégico en la costa de Italia. Todos nosotros éramos muy jóvenes. La guerra nos cogió acabando la carrera en Oxford. La mayoría allí éramos historiadores. Nunca pensamos llegar a eso: íbamos a destruir lo que tanto habíamos deseado volver a visitar: las ruinas de Pompeya.

Nos miramos, nuestro rostro estaba blanco. Yo, por mi parte, estaba más afectado si cabe. Había terminado hacía poco mi licenciatura en Historia y estaba preparando mi doctorado. Antes de la guerra me había desplazado con algunos compañeros a Italia. ¡Cómo nos gustaba Italia! Era cálido, tenía mujeres bonitas y el Mediterráneo era un paraíso para los que veníamos de Dover. Además, tenía un vino barato y delicioso.

Nosotros planeábamos pasar el verano de 1939 en Nápoles, desde donde pensábamos incursionar hasta Pompeya, esa misteriosa ciudad cuyas ruinas eran un paraíso para cualquier estudiante de arqueología. Allí tuvimos tiempo de todo: estudiar el yacimiento, bañarnos en el Mediterráneo, probar los caldos de la zona y a las imponentes ragazzas, también deliciosas.

Pero el verano terminaba y a finales de agosto volvimos a Inglaterra. Cuando llegamos a casa nos encontramos con la guerra. Nos alistamos todos en la RAF. Muchos de mis compañeros pidieron servir en el Mando de Caza para hacer frente a los alemanes. Yo me alisté en el Mando de Bombardeo: quería devolver a los alemanes sus visitas a Londres durante el Blitz.

Lo siguiente que recuerdo fue ser destinado a Túnez, a principios de los años 40, donde formé parte de la tripulación de un Lancaster. Aquella decisión me llevó, en el año 43, a asistir a esa reunión que nunca olvidaré.

Nos dijeron que por las ruinas de Pompeya transcurría una ruta muy importante para los alemanes, donde se escondían fuerzas enemigas para impedir el avance de los aliados. Posteriormente descubrimos que esto era mentira, aunque nosotros entonces no lo sabíamos. Después Londres anunció que había sido un error y que no volvería a pasar. Pero semanas más tarde se repitió el ataque. 

Yacimiento de Pompeya

Esta yacimiento había comenzado a ser excavado nada menos que en 1738 por Carlos III de España, en aquel momento rey de Nápoles, que encargó a Roque Joaquín de Alcubierre, un ingeniero militar español, iniciar los trabajos.

La segunda visita militar la hicimos nosotros y no fue precisamente constructiva. 

Aún con nuestro rechazo como historiadores, despegamos de Túnez. Sobrevolábamos aquel mar que en el pasado había sido testigo de nuestra pasión por las italianas. Sumergido en estos recuerdos me encontraba cuando oí la voz del piloto:

- Muchachos, preparaos. Faltan unos minutos para el objetivo.

Volví a la realidad. Me acercaba al lugar que había sido mi paraíso como arqueólogo. Y ahora... ¡tenía que destruirlo! Me iba a hacer falta todo mi espíritu militar, que antes no tenía, y obedecer las órdenes para destruir aquello que había intentado recuperar años atrás.

Pompeya tras el bombardeo aliado.


A la vuelta del ataque se nos ordenó, bajo amenaza de consejo de guerra, guardar silencio sobre la operación.

Yo nunca podré olvidar esa destrucción, jamás. Por eso al acabar la guerra y ya desmovilizado, volví todos los veranos a las ruinas de Pompeya para ayudar a reparar los daños de aquel maldito día.

Cuando la salud me falló y las piernas no me respondieron, el gobierno italiano me regaló una silla de ruedas con el objeto de seguir trabajando en recuperar el yacimiento y hacer de guía a los turistas que visitan el monumento.

Y en eso estoy. No me queda mucho tiempo. Pero espero que sea suficiente.

viernes, 21 de junio de 2024

CURANDO LAS HERIDAS

 Si la vida me ha hecho solitario será por algo.


Porque antes, cuando estaba mal acompañado, no lo sabía. Tu valía no puede depender de la opinión de otras personas, solo de la tuya propia.


miércoles, 19 de junio de 2024

HE AQUÍ UN MILITAR CON ALMA DE TENOR LÍRICO

Magnífica interpretación de Torna a Surriento por el tenor lírico Jacinto Huete (Cachi) en el teatro Jofre de Ferrol. Lo que no sabéis y yo sí, porque es mi amigo, es que además es un gran militar (sargento primero de la Armada española) y estupendo guía del Museo Naval, donde yo lo conocí.



viernes, 14 de junio de 2024

miércoles, 12 de junio de 2024

VICTORIA Y MUERTE

 

Batalla de las Termópilas

Ahí estás. 

Te puedo ver, con tus hombres entre los fuegos del campamento. 

¡Oh, Leónidas! Eres el rey, pero también un guerrero más. 

Os estáis preparando para la batalla. Con vuestros cánticos (el Peán) y contándoos anécdotas y presumiendo de viejas heridas de guerra. Estas y la sangre derramada han establecido entre vosotros un lazo indestructible, el lazo que mañana al amanecer se verá puesto a prueba. 

Vais a intentar parar a los persas en las Puertas Calientes (Termópilas).

No tenéis miedo. No sabéis que vais a morir, aunque lo sospecháis. Tú conoces, Leónidas, la profecía del Oráculo:

O bien Esparta es destruida por el extranjero, o bien muere el rey espartano.

Detendréis al enemigo, pero ninguno sobreviviréis. Sin embargo, pasaréis a la historia. No como lo importantes que sois, porque sin vosotros no hubiera sido posible Atenas (vuestra eterna enemiga), ni Sócrates, ni Platón, ni Aristóteles. Vuestros sucesores os verán como una simple jauría de guerreros. Ninguno se parará a pensar que vuestra sangre nutrirá la Grecia clásica y sus pensadores. 

Sois vosotros, ¡oh, Leónidas!, los que haréis posible que sobreviva la cultura occidental. Vosotros haréis posible la máxima de un pensador muy posterior, cuando dijo:

Siempre ha sido un pelotón de soldados el que ha salvado a la Civilización.

Muchos siglos después, los hombres recordarán nombres como los de los grandes pensadores ya citados, pero olvidarán a Leónidas y a sus trescientos a los que les debían el haber salvado su modo de vida.

Y allá por el siglo XXI ya se habrá olvidado lo que vosotros nunca olvidasteis. Que la civilización exige a veces muchos sacrificios, incluso el último que puede hacer un soldado: su propia vida. Y que solo Thomas Jefferson recordará:

El árbol de la libertad debe ser vigorizado de vez en cuando con la sangre de patriotas y tiranos.

Por eso tú, ¡oh, Leónidas!, te preparas para combatir en las Termópilas. No sabes que vas a morir, no sabes que al día siguiente cenarás en el Hades. Y tampoco sabes que, pasados los siglos, aquellos que debían defender el legado de tu sacrificio frente a los persas no tendrían valor para defenderlo ante sus sucesores musulmanes. Ni que aquella civilización que tú ibas a salvar sería despreciada por sus beneficiarios.

De todas formas, nadie te podrá arrebatar el mérito de tu sacrificio y tu victoria.

Ahora duerme. Tienes que estar descansado para mañana. Cuando, antes del combate, mirarás hacia arriba y se te aparecerá la victoria.

Representación de la Victoria






miércoles, 5 de junio de 2024

"TORMENTA EN EL MAR DE GALILEA"

  Rembrandt más espectacular todavía gracias a los efectos especiales.


Obra espectacular de Rembrandt adaptada en una exposición londinense, un espectáculo multisensorial de arte inmersivo. 

Me gustaría estar con esas personas del público para ver lo que se siente. Y luego irme a tomar un café (o, dada la ciudad, un té) bien calentito para comentar la experiencia.

UNA LÚCIDA REFLEXIÓN DE CERVANTES


"Sábete, Sancho, que todas estas borrascas que nos suceden son señales de que presto ha de serenar el tiempo y han de sucedernos bien las cosas, porque no es posible que el mal y ni el bien sean durables, y de aquí se sigue que, habiendo durado mucho el mal, el bien ya está cerca."

D. Miguel de Cervantes, "Don Quijote de la Mancha"


Lo que me ha llamado la atención de esta reflexión cervantina es que estoy, en este momento de mi vida, en plena borrasca. Espero que pronto amaine. Empiezo a recibir las primeras señales de ello.

viernes, 31 de mayo de 2024

HISTORIA DE UNA LEYENDA

Maqueta del Santísima Trinidad en el 
Museo Naval de Ferrol.

Si existe un navío en la historia naval española que es una leyenda ese es el Santísima Trinidad. Oficialmente Nuestra Señora de la Santísima Trinidad.

Conocido como el Escorial de los Mares, en su época fue el barco más grande y con mejor artillería. En principio montó 120 cañones, ampliados con 20 más antes de la batalla de Trafalgar. Tras la reforma de 1803, contó con 136 piezas. Antes de la famosa batalla embarcó cuatro obuses de a 4 libras. Esto dejó su artillería en 32 piezas de a 36 libras, 34 de a 24 lb, 36 de a 12 lb, 12 de a 8 lb, 16 obuses de a 24 lb, 4 de a 4 lb y 6 esmeriles.

Construido en La Habana con madera cubana, especialmente fuerte y flexible, entró en servicio como navío de línea de la Armada Española. Fue botado en marzo de 1769 y asignado en el mismo año. Desplazaba 4902 toneladas y medía de eslora (largo) 63,36 m., de manga (ancho) 16,67 m, de puntal 8,26 m. y de calado 8,5 m.

Se entregó con tres cubiertas, pero después de reformado contó con cuatro. Fue el único buque del mundo con esta característica. A su entrega su dotación estaba formada por 980 hombres. En la batalla del Cabo San Vicente participó con 1105 hombres y en la de Trafalgar con 1160.

En 1779 España entró en guerra con Gran Bretaña junto al aliado francés en apoyo a las colonias norteamericanas que luchaban por su independencia. En este buque fue donde se enarboló la insignia de la flota española. Tomó parte en las operaciones en el Canal de la Mancha y en 1780 participó en la captura de un convoy inglés de 55 buques. En 1782, con parte de la escuadra del Mediterráneo, participó en la batalla de cabo Espartel.

Una jornada funesta que precede al desastre de Trafalgar fue la del 14 de febrero de 1797. Al regreso del navío a Cádiz tuvo lugar la batalla de Cabo San Vicente. Después de cinco horas de combate bajo el fuego de varios navíos ingleses, el Trinidad se hallaba desmantelado, teniendo que transbordar el mando el teniente general José de Córdoba a la fragata Diana. Fue rescatado de una inminente captura por el navío Infante Don Pelayo, mandado por el capitán de navío Cayetano Valdés, que incluso llegó a amenazar al Santísima Trinidad con disparar sobre él si no volvía a izar el pabellón español. El Pelayo se interpuso entre la escuadra inglesa y el Santísima Trinidad hasta que se fueron incorporando a la batalla otros navíos españoles y consiguieron la retirada de las fuerzas británicas. 

Durante la noche la tripulación del Trinidad trabajó a destajo para intentar hacer navegable al destrozado navío y despejar la cubierta de los restos de la arboladura. Lanzaron al agua los escombros, asegurando los palos y tapando balazos para evitar que entrara el agua o, en todo caso, disminuir su volumen. Esa misma noche, la fragata Mercedes fue enviada por Córdoba para ayudar a remolcar el navío, operación difícil dado el pequeño volumen de dicha fragata frente al tamaño del Trinidad. 

Se ordenó al comandante de la Santísima Trinidad que pusiera el navío a salvo, en un peligroso viaje acompañado solamente de la fragata Mercedes. El día 15 amaneció el buque a cuatro leguas de Punta de la Piedad, divisando una escuadra británica de 22 velas que remontaba a cuatro navíos españoles capturados y a otros buques propios averiado. De ellos salieron dos en persecución de los españoles, pero al poco tiempo desistieron.

Como veremos más tarde, los ingleses no se olvidaron del Trinidad.

En la batalla de Trafalgar, bajo el mando del jefe de escuadra Baltasar Hidalgo de Cisneros y con Francisco Javier de Uriarte y Borja como capitán de bandera, ocasionó gravísimos daños al HMS Victory, aunque de esto no hablará la historiografía británica... Llegando a luchar solo con siete navíos ingleses, cuando fue capturado tenía a bordo 200 muertos y 100 heridos. No se fue a pique hasta que posteriormente se enfrentó con un temporal, que hizo estragos dado su mal estado, siendo destruido por los británicos a 25 millas al sur de Cádiz, llevándose con él a numerosos heridos. Los ingleses en venganza, no hicieron nada por rescatarlos y murieron ahogados. Collingwood, el segundo de Nelson, dijo esto de su hundimiento:

Empleamos el tiempo en destruir los presos entre Cádiz y Santa Lucía. A las 5:30 de la tarde acortamos las velas y tuvimos que enviar al lugarteniente Williams, el carpintero y sus 30 hombres sobre el Santísima Trinidad para destruirlo.

Este símbolo del poderío español en el mar siguió prestando servicios después de destrozado ya que sus piezas de artillería fueron rescatadas e instaladas en la entrada del Panteón de Marinos Ilustres frente a la Escuela de Suboficiales de la Armada en San Fernando.


Galdós, en su histórica colección de novelas Los episodios nacionales, embarca a Gabriel de Araceli en el Santísima Trinidad en la primera novela de la primera serie, que se titula Trafalgar. En esta obra maestra de la narrativa cuenta las vivencias de Gabriel desde los preparativos de la batalla hasta después del combate. Y da su visión de la batalla, los horrores de la misma y el rescate de los tripulantes. 

En el 2006 un barco mercante fue acondicionado externa e internamente como el Santísima Trinidad. Su conversión se inició en Galicia y se terminó en Algeciras. Esta réplica se amarró en el puerto de Málaga, donde funcionó como restaurante, discoteca y sala de exposiciones. Lo cual, dicho sea de paso, me parece una falta de respeto.

En 2011 este barco fue trasladado al puerto de Alicante, donde se planeó llevarlo a Ibiza en el 2016. En el 2017 fue retirado del muelle por problemas en el casco, estando actualmente sometido a reparación. 

Espero, por el bien de la memoria de los españoles caídos en Trafalgar, que la apertura al público para tan espúreos fines no se produzca nunca, dado que la tradición naval -tan poco respetada en nuestro país- merecía al menos que dicha nave alojara un museo sobre tan importante batalla y no una discoteca para ingleses borrachos. España, y no solo en este caso, tiene una historia tan rica como la que puede tener Gran Bretaña, aunque menos respetada. No nos podemos quejar si la historia de nuestras hazañas la escriben nuestros enemigos. Y, en la medida de lo posible, intentaré que no se ultraje la memoria de nuestros Caídos en Trafalgar con esta entrada en mi blog.

Para terminar, humildemente sugiero la idea de que, al igual que tenemos una fragata dedicada a nuestro héroe Blas de Lezo, dediquemos el siguiente buque insignia de nuestra flota el nombre del Santísima Trinidad.

miércoles, 29 de mayo de 2024

GATITOS Y MÀS GATITOS

       


Todo tiene que ser fácil, que no suponga leer nada si es posible, corto, en video, gracioso o de gatitos.

Esta es la explicación que me dio mi profesora de informática -y amiga- cuando me quejé de que las entradas en mi blog no tenían la repercusión que yo esperaba, sobre todo los relatos.

Dado que se trata de la reflexión de una mujer inteligente, la voy a tener en cuenta.

Por eso empiezo esta entrada con un corto de gatitos (que me ha pasado ella). Y la voy a terminar con otra animación de gatitos (los que me gustan a mí).

 No me digáis que no os produce ternura.



viernes, 24 de mayo de 2024

EN LA ARENA

 


Esta noche es la noche, el 2 de noviembre. Estamos en pleno otoño, caminando hacia el invierno. Tendré que volver a la playa, a la playa de Viveiro. Volveré a contemplar el lugar de la tragedia, la mayor tragedia naval de la historia de España.

La fragata Magdalena... 

Esta maravilla de la Real Armada española había sido construida en los Reales Astilleros de Esteiro, en Ferrol. Montaba 36 cañones y tenía una dotación de 480 hombres. Su misión era defender los puertos del Cantábrico de los franceses. 

Zarpó de La Coruña el 14 de octubre de 1810 y se unió, a la altura de Ribadeo, con una goleta y algunos cañoneros. Después de fondear en Gijón, desembarcó las fuerzas aliadas para atacar la ciudad, en manos francesas. A continuación se dirigió a Santoña y tuvo que enfrentarse a un fortísimo viento noroeste. Aquí perdió contacto con el resto de la escuadra. 

El 29 enfiló al puerto de Viveiro. Allí se topó con un terrible viento del norte. Pocos podían imaginar el destino que le aguardaba. Con el casco destrozado, el buque se fue a pique...

Aparte de algunas coplas y romances, mucha gente quiso olvidar la tragedia. Yo no.

Allí, cerca del mar, en esa playa, están enterrados los tripulantes de La Magdalena. Muchos han intentado encontrarlos, igual que el pecio, a pocos metros del arenal. Volveré a sentir la cercanía de la tripulación. Muchas veces he vuelto a ver la fantasmagórica silueta del barco, muchas veces he vuelto a oír en la playa la voz del capitán De Salcedo gritando desde la angustia:

- ¡¡Blas!! ¡¡Blas!! ¿Dónde estás?

A esa voz respondía otra:

- ¡¡Aquí, padre!!

El guardiamarina De Salcedo sabía que iba a morir y, antes de fallecer, quería asegurarse de que su padre sobreviviera.

Para los tripulantes de la fragata Magdalena el tiempo ya no pasa. Solo recordados por la Armada en la que sirvieron, se hacen compañía los unos a los otros sepultados bajo la arena. 

Esta noche seguramente volverá a desatarse una galerna como la que el diablo envió en aquella ocasión y yo caminaré sobre la arena, como hago siempre por estas fechas todos los años, recordando a mis camaradas. Eso me hará descansar en paz. Otro año.

Pero nunca verás mi rastro. No puedo profanar esta sagrada tumba.

Porque soy uno de ellos. Estoy muerto. Soy un muerto de la Magdalena. 

miércoles, 22 de mayo de 2024

EL PEOR ACCIDENTE DE LA HISTORIA NAVAL ESPAÑOLA

 

Maqueta de la fragata Magdalena en el Museo Exponav de Ferrol.

La fragata Magdalena fue la protagonista del peor accidente de la historia naval española. Pero, antes de desaparecer engullida por las aguas, tuvo una larga vida al servicio de la Real Armada Española.

Fue construida en 1773 en los Reales Astilleros de Esteiro (Ferrol) y armada con 38 cañones. Formó parte de la escuadra hispano-inglesa que fue puesta bajo el mando del Capitán Joaquín Zarauz. Su dotación al completo estaba formada por 480 hombres.

Su misión era, en el momento de la tragedia, la defensa de los puertos del Cantábrico de los ataques franceses. El corsario Insurgente, una balandra inglesa y veinte transportes de tropas completaban la escuadra aliada. Zarpan del puerto de La Coruña el 14 de octubre de 1810. El día 18 desembarcan las tropas, que, al día siguiente, atacan Gijón, que se encontraba en manos francesas.

Después de esto, el día 23 ponen rumbo a Santoña, encontrándose un fuerte viento. La Escuadra se dispersa y el viento amaina. La Magdalena aprovecha para buscar refugio en un puerto. Eligen Viveiro. Pero antes de llegar se vuelve a desatar un viento fortísimo.

La noche del 2 de noviembre un terrible oleaje destroza el casco de la fragata y esta se hunde. 

De los 480 hombres solo llegan tres a la playa. Dos fueron encontrados sobre la arena, muertos. Eran el Capitán de Navío Blas de Salcedo y su hijo Blas. Sus cadáveres fueron encontrados abrazados. 

A raíz de este hecho, se promulgó una Real Orden con la prohibición de que en el mismo barco embarcaran padres e hijos y hermanos con hermanos.

Monumento en recuerdo a las víctimas del naufragio de la fragata Magdalena.
Playa de Covas (Viveiro)


viernes, 17 de mayo de 2024

SAM, EL INSUMERGIBLE

Retrato de Sam en el
Museo Marítimo Nacional de Greenwich.

La historia del gato Sam, el insumergible, comienza en el Bismarck durante la Segunda Guerra Mundial. Sam es el nombre con el que fue conocido en la Royal Navy. Parece ser que el nombre anterior era Oskar y se lo puso la dotación del Acorazado alemán Bismarck, a cuyo hundimiento sobrevive. Solo se salvaron 118 de una tripulación de más de 2200 hombres.

Maqueta del Acorazado Bismarck
en el Museo Naval de Ferrol

A Oskar lo recogió el portaaviones británico HMS Cossack, que resultó hundido cerca de Gibraltar, a donde fue llevado el ahora conocido como Sam. Ya apodado "el insumergible", es trasferido al portaaviones HMS Ark Royal. Este navío también es atacado y se hunde cerca de Gibraltar, a donde vuelve Sam al ser rescatado una vez más de las aguas. Aquí termina su servicio en la armada británica. Fue devuelto a Irlanda del Norte, donde vivió en casa de un marinero retirado el resto de la guerra.

Murió cerca del mar, en los muelles de Belfast, en 1955.

miércoles, 15 de mayo de 2024

TAKE FIVE

 


Take five, grabada en 1959 en el álbum Time Out, es el tema de jazz más vendido de todos los tiempos. El título hace referencia al ritmo de esta composición musical del jazz clásico, pero también ha pasado a la historia como la expresión de tomar cinco minutos de pausa en el trabajo, en general, y también en el caso de los músicos durante la grabación e interpretación de dos temas.

Dave Brubeck fue un pianista y compositor de jazz (concretamente de Cool jazz) que vivió entre 1920 y 2012. Era estadounidense de origen judío. Su actividad jazzística empieza en 1940, pero saltó a la fama en 1951 cuando fundó el cuarteto que lleva su nombre. Los otros componentes eran Joe Morello (batería), Paul Desmond (saxo) y Eugene Wright (bajo). El cuarteto de Brubeck comienza su carrera en el pub Blackhawk de San Francisco.

El compositor del tema más famoso del grupo no es Brubeck, sino Desmond. Take five mantiene al grupo en el Olimpo del jazz durante las décadas de los sesenta y setenta. Brubeck se convirtió en un mito entre los aficionados al jazz, aunque fue rechazado por los puristas. Aparte de Cool jazz, dominaron el denominado jazz Costa Oeste (este tema es un típico ejemplo de este estilo) y el Jazz Tercera Corriente. Colaboró con leyendas como Jerry Mulligan y Chet Baker.

A mediados de los setenta, Brubeck disuelve el cuarteto para formar un grupo con tres de sus hijos. Con él versiona éxitos del cuarteto clásico e incluye temas nuevos.

Dave muere en 2012 entrando en la leyenda del jazz de todos los tiempos. Nos dejó un impresionante legado musical contenido en 46 álbumes.

viernes, 10 de mayo de 2024

LA TROMPETA CHINA EN LA MÚSICA CUBANA




La trompeta china es un instrumento esencial en la historia musical cubana. El suona -como era conocida- fue llevado a Cuba por los inmigrantes chinos durante la época colonial española. 

Todo empezó en el siglo XIX. Sobre 1837 llegaron los primeros culíes chinos para construir la que sería primera línea de ferrocarril española, en la entonces provincia de Cuba, entre La Habana y Güines (once años antes que la primera en la Península, que fue la de Barcelona a Mataró en 1848). Llegaron a ser 100.000 chinos en 1860.

Es parte fundamental en los conjuntos musicales del Carnaval, especialmente en Santiago de Cuba, donde se ha convertido en símbolo de los carnavales de la ciudad. La corneta china aporta una melodía distintiva para elevar el espíritu festivo y animar al publico a bailar y a celebrar. Este instrumento es una especie de oboe que lanza a la gente a la calle en el Carnaval y que suena junto a tambores y otros instrumentos. 

Es algo más que un instrumento musical propio de Santiago, es un emblema de identidad cultural. Sus intérpretes no suelen ser chinos sino que son casi exclusivamente negros de ascendencia africana. Lo que conocemos como Música Cubana dependió, desde un principio, de la mezcla de influencias españolas, chinas y africanas.

Otro producto de la mezcla de estas razas podemos verlo en la población cubana actual, sobre todo en las mujeres mulatas de ojos rasgados de una belleza espectacular.


                          

miércoles, 8 de mayo de 2024

TORROTITO Y UN AMIGO

 


Una cuestión previa: el torrotito, también llamada bandera de proa, tajamar o de bauprés, es una bandera que se iza en la proa de los buques de guerra en ocasiones solemnes. Cada cuadrante representa a uno de los reinos que dieron lugar a la Corona de España: Castilla, León, Aragón (que no Cataluña, que nunca fue un reino) y Navarra (representada por las cadenas, por la batalla de Navas de Tolosa).

Yo tengo uno, el que me regaló mi amigo Jacinto, al que la familia y los amigos conocemos como Cachi. Jacinto tiene el empleo (que así se conoce en el mundo militar su graduación) de Sargento Primero Señalero de la Armada. Yo lo conocí en el Museo Naval de Ferrol como guía, el mejor que he conocido. Está en situación de reserva activa, pero tiene a sus espaldas una gran y extensa carrera naval. Décadas de servicio activo. 

Hijo de marino, se alistó con 16 años en 1976. Ha estado destinado en destrucctores, fragatas, patrulleros y un remolcador, entre ellos la fragata Asturias y el remolcador Mahón (cuyo torrotito he tenido el honor que me regale). A él se lo había regalado el Capitán de Corbeta comandante de dicho remolcador.

Visitó todas las costas del mundo, excepto la rusa. Prestó servicio a bordo de un navío en las costas saharauis. Estuvo en las costas norteamericanas navegando con el entonces Príncipe Felipe, ahora rey Felipe VI. Mi amigo es también buceador de combate. Pasó a la reserva en 1995. Estuvo en varios destinos administrativos hasta que en el 2018 recaló en el Museo Naval de Ferrol. Este sargento primero se jubilará como Alférez de Navío.

De mirada sencilla y amable, no parece que se haya enfrentado a la muerte varias veces. Como buceador, por los peligros de trabajar en las profundidades y sufrir descompresión al subir. También durante el huracán Hortensia cuando tuvo que salir, pensando en que no iba a volver, a rescatar a unos náufragos enfrentándose a olas de impresionante altura. A este militar, al revés de lo que le pasa a otros, el valor no se le supone, lo ha demostrado. Es marino y no estaba dispuesto a desobedecer una orden aunque le pudiera costar la vida.

Como todo buen marino, tuvo un destino al que volver: su mujer y sus hijos, encantadores. Ellos también tienen mérito puesto que no es fácil ser familia de un marino embarcado.

Asisto con interés a todas sus visitas guiadas, en las que participa bastante gente. Teníais que ver con que atención y con que silencio atienden los visitantes sus explicaciones. Esto se debe a que no solo tiene grandes conocimientos sobre la Armada, Ferrol y las piezas expuestas en el Museo, sino que además explica todo de forma muy amena. Contagia su entusiasmo en las visitas y se nota que le apasiona lo que cuenta. Jamás he oído una pregunta del público que él no supiera responder. Oyendo sus disertaciones, me explico por qué el Almirante Jefe del Arsenal de Ferrol ha pedido que fuese él el que enseñe este Museo.

En fin, el torrotito de la imagen es, para mi, sagrado y será un gran recuerdo, no solo por haber sido usado por la Armada española sino por haber sido un regalo de un gran amigo. Cuando llegue al lugar que elija como residencia, lo enmarcaré como le prometí. Y al verlo, cada vez, me acordaré de este gran español, marino y amigo que será uno de los mejores recuerdos que me lleve de Ferrol. Seguro que en mis labios se dibujará una sonrisa de nostalgia y satisfacción por haber conocido a Jacinto, Sargento Primero Huete.