miércoles, 28 de agosto de 2024

UN TIMÓN, UN CUADRO Y UN RELATO

 


El pasado domingo acudí a una visita guiada al Cuartel de Dolores, sede del Tercio Norte de la Infantería de Marina. Allí los visitantes fuimos recibidos por el Coronel Jefe. En nuestro paseo por las instalaciones nos contó el Coronel un hecho histórico para la Infantería de Marina.

El 14 de febrero de 1797 se produjo la batalla del Cabo de San Vicente, en la que el granadero de marina Martín Álvarez, que hoy sería Infante de Marina, defendió el buque San Nicolás de Bari y su bandera cuando toda la tripulación se encontraba muerta o malherida a causa del ataque inglés. Dicho ataque fue narrado por el oficial británico que participó en el mismo. Admirado por la valentía del granadero Martín Álvarez contó la historia que reflejaría Augusto Ferrer-Dalmau en su pintura.

El soldado español le dio el alto en pleno ataque al oficial británico, quien se negó a detenerse. Entonces Martín lo hirió con su sable, salpicando su sangre el timón del barco. El granadero fue acribillado por los soldados ingleses. Nelson, que presenció la dramática escena, ordenó que se le prestaran los mayores honores militares al cadáver del español.

Rueda de timón en el Museo Naval de Ferrol.


Resultó que el granadero Martín Álvarez no estaba muerto, sino muy malherido. Fue cuidado por sus enemigos y se recuperó. Lo desembarcaron en el sur de Portugal y de ahí fue trasladado a España, donde se reincorporó al cuerpo de Granaderos de Marina y fallecería cuatro años después en un accidente. Su sable se conserva en el Museo Naval de Londres.

Desde entonces Martín Álvarez pasó a formar parte de lo mejor de la Infantería de Marina española. Por eso el citado Coronel nos habló de su hazaña y a mi se me ocurrió escribir este relato sobre la historia de este personaje tan destacable. Para ello incluyo las imágenes del cuadro de Ferrer-Dalmau y mi foto de una rueda de timón del Museo Naval de Ferrol, como la que fue testigo de la proeza del granadero.

En España somos muy dados a olvidar lo mejor de nuestro pasado. Así, cuando alguien como el citado Coronel nos habla de un episodio destacado como este, creo que estamos obligados a darle difusión. Por ello, valga esta entrada como homenaje a los granaderos de Marina, hoy Infantería de Marina, cuyo lema es: Valientes por tierra y por mar.

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