Desde la caída de Constantinopla en manos otomanas (1453) hasta ese día, el Imperio Turco, a la cabeza del Islam, se había convertido en una marea imparable. En sus manos habían caído Los Balcanes, Hungría, Rodas y las costas africanas del Mediterráneo. Solo a las puertas de Viena (1529) habían sido detenidos "in extremis". No ocurió lo mismo en el mar y la temible escuadra de Solimán amenazaba las costas italianas y españolas. En 1566 una flota, bajo el mando del virrey español de Sicilia, salvó Malta de la invasión otomana. Al año siguiente su sucesor, Selim II llamó a la Yihad contra Europa atacando, con ayuda de los piratas berberiscos, Tunez, La Goleta y Chipre.
Ello alarmó a la vieja Europa, incluso a la dubitativa y poderosa Venecia, que tenía en Chipre una de sus mejores bases comerciales. Entonces acudió a España y los Estados Pontificios en busca de ayuda. El Papa Pío V no lo dudó y España tampoco. En Febrero de 1571 se funda La Santa Liga entre España, Roma, Venecia y Malta. Como España era la potencia mas fuerte, Felipe II impuso al comandante de la expedición, su medio hermano Juan de Austria, experimentado general a pesar de sus 25 años de edad.
Durante ese verano fueron llegando a Messina (Sicilia) 90 galeras, 50 fragatas y bergantines y 24 naves de servicio españolas, mientras que 12 galeras y 6 fragatas eran la aportación del Papa. Las naves de Venecia eran 106 galeras y galeotas, 6 galeazas y 20 fragatas. El 23 de Agosto D. Juan de Austria toma el mando, con Luis de Requesens como consejero naval. 13.000 marineros, 43.000 galeotes y 31.000 soldados ocupaban las atestadas naves.La armada de la Liga recibió como estandarte uno azul con Cristo crucificado y la Virgen de Guadalupe y los escudos de España, el Papa y Venecia.
El 15 de Septiembre un grupo de galeras zarpó como avanzadilla y al dia siguiente lo hizo el resto de la flota. Doce dias después llegaron a Corfú que encontraron arrasada por los otomanos. Estos localizaron a la flota cristiana en Cefalonia, aunque creyeron que era mucho mas pequeña de lo que era en realidad. Por su parte la flota liderada por España localizó en el Golfo de Lepanto al enemigo. Los líderes cristianos se reunieron en Consejo de Guerra que cerró Juan de Austria con unas palabras que pasaron a la historia:
"Señores: No es ya hora de debates, sino de combates".
La táctica sería la siguiente: Cuando "La Real" que ostentaba la insignia de D. Juan, diera la señal- a la entrada del golfo- se formaría la linea. En el ala derecha, Andrea Doria desplegaría. A continuación el centro bajo el propio Austria, y la izquierda al mando de Barbarigo. Como reserva el gran Bazán.
En el fondo del golfo les esperaban 245 galeras, muchas de ellas de 28 y 30 bancos, y 70 galeotas y un gran número de fustas y otras pequeñas naves. En ellas habían embarcado 13.000 marineros, 45.000 galeotes y 34.000 soldados musulmanes. Las naves de exploración turcas avistaron la flota cristiana a su entrada en Lepanto. Los turcos habían sido "encerrados". Desplegaron de forma similar a su enemigo:Chuluck Bey frente a Barbarigo, Alí Pacha frente a D. Juan y Uluch Alí frente a Doria. Dragut esperaría en reserva.
Amanecía sobre el Golfo cuando las flotas se encontraron cara a cara, a quince millas de distancia. Los musulmanes dispararon primero, a modo de desafío y los cristianos respondieron. Comenzó la aproximación.
A las once el viento favoreció a los cristianos y las seis galeazas venecianas- auténticos monstruos de guerra- se adelantaron para recibir a los otomanos y su potencia de fuego rompió la formación musulmana. Estos intentaron envolver a la escuadra cristiana por los dos flancos pero lasa enérgicas órdenes de D. Juan lo impidieron. En esto D. Juan localizó a "La Sultana" insignia otomana y ordenó a su "Real" que la embistiera. Allí se decidiría la jornada. Una vez en contacto trescientos arcabuceros españoles asaltaron la nave turca. La lucha era terrible con las lineas ya rotas. Se combatía con saña barco por barco.
Tras tres intentos fallidos los españoles capturaron el estandarte de "La Sultana" y dieron muerte a Alí Pachá. Al correrse la voz las naves musulmanas fueron rindiéndose. Un poco antes los venecianos estuvieron a punto de rendirse. El ala de Doria estaba seriamente amenazada.En uno de sus buques un cabo de 24 años había sido herido tres veces, dos en el pecho y una en la muñeca izquierda. Se llamaba Miguel de Cervantes y describiría la batalla como "La mas alta ocasión que vieron los siglos". Mientras Bazán se dirigía en ayuda de Doria, D. Juan hacía lo propio con los venecianos. A las cuatro de la tarde los cristianos habían vencido. El mar era un cuadro dantesco de cadáveres y restos de naves ardiendo. La destrucción de las pocas naves otomanas indemnes por sus propios hombres marcó el fin de la espantosa matanza.
Los cristianos habían perdido 45 galeras y los turcos 120. Murieron 8.000 cristianos y 25.000 otomanos. Las reparaciones cristianas duraron cuatro dias que D. Juan aprovechó para despachar correspondencia para España, Roma y Venecia, con la buena nueva. El 31 de Octubre la flota llegó a sus puertos de partida.
Lepanto había pacificado el Mediterráneo y alejado la amenaza turca del Mediterráneo Occidental para siempre.
Tras la batalla, y en accion de gracias, D. Juan peregrinó, con una representación de sus hombres, a Santiago de Compostela donde donó a la misma el gallardete que ondeó durante la batalla en la nave "La Real". Actualmente se coloca sobre el altar mayor en ocasiones especiales como Semana Santa o el día del Apostol.
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