Loreta nació en La Habana en 1842. Hija de un alto funcionario colonial español y de una dama franco-americana, sostenía-pues lo poco que sabemos de ella es a través de sus memorias- que descendía de Diego Velázquez, el pintor.
Su padre poseía una plantación en México, que los estadounidenses le arrebataron durante la guerra de 1847. Por ello incubó un odio profundo a los Estados Unidos. Cuando la niña cumplió siete años fué enviada a un internado exclusivo de Nueva Orleans, donde aprendió un inglés fluido. En 1856 se enamoró y se casó con un oficial del ejército norteamericano con el que comenzó un penoso peregrinaje por puestos militares en los que se convirtió al protestantismo. En esa época ya había tenido tres hijos que habian muerto.. Cuando Loreta tenía 19 años estalla la Guerra de Secesión y su marido toma partido por el Sur. Y entonces ella decide algo que le cambiará la vida: Decide acompañarlo al frente; incluso se hace un uniforme y adopta el nombre de teniente Buford. El marido se rie de lo que cree un capricho y ella se marcha, durante cuatro días, a Arkansas, donde recluta casi 300 hombres y los pone bajo el mando de su marido. Pero ocurre la tragedia. Durante la instrucción de las tropas muere su marido. Ella no se arruga y decide tomar el mando como teniente Buford. Participa en la Batalla de Bull Run- al mando de su compañía- y después se interna en territorio enemigo como espía. Llega a conocer al propio Lincoln.
A su regreso al sur participa en la batalla de Shiloh, donde es gravemente herida. Un cirujano, al examinarla, se da cuenta de su verdadero sexo y, paradojicamente, la denuncia como espía. Cuando todo se aclara es dada de baja y se casa con el capitán De Caulp, que, a los pocos meses muere en la batalla de Chattanooga. Loreta decide volver al ejército y es admitida en el servicio de información, que le encarga una importante misión: preparar la fuga de prisioneros sudistas de Ohio e Indiana. Pero la guerra termina antes de que pueda hacerlo.
Después de la guerra se dedica a viajar por Europa y por el sur de los Estados Unidos, donde conoce a su tercer marido, el mayor Wasson. Con él marcha a Venezuela, pero su tercer marido muere cuando ella está embarazada.
En 1876 aparecen sus memorias: "Una Mujer en Combate". Le llueven las críticas y las acusaciones de falsedad. Loreta murió en un lugar desconocido, alrededor de 1897, con 55 años de edad. Puede que falleciera después de emigrar al oeste, en Nevada. Habría sido enterrada en Austin, pero su tumba no ha sido encontrada. Actualmente, el Centro de Historia Militar de los Estados Unidos da por cierta su historia.
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