Una noche ––la del 20 de marzo de 1888–– volvía yo de visitar a un paciente (pues de nuevo estaba ejerciendo la medicina), cuando el camino me llevó por Baker Street. Al pasar frente a la puerta que tan bien recordaba, y que siempre estará asociada en mi mente con mi noviazgo y con los siniestros incidentes del Estudio en escarlata, se apoderó de mí un fuerte deseo de volver a ver a Holmes y saber en qué empleaba sus extraordinarios poderes. Sus habitaciones estaban completamente iluminadas, y al mirar hacia arriba vi pasar dos veces su figura alta y delgada, una oscura silueta en los visillos.
Daba rápidas zancadas por la habitación, con aire ansioso, la cabeza hundida sobre el pecho y las manos juntas en la espalda. A mí, que conocía perfectamente sus hábitos y sus humores, su actitud y comportamiento me contaron toda una historia. Estaba trabajando otra vez. Había salido de los sueños inducidos por la droga y seguía de cerca el rastro de algún nuevo problema. Tiré de la campanilla y me condujeron a la habitación que, en parte, había sido mía.
Las Aventuras de Sherlock Holmes (1892)
Me encanta este autor desde siempre,yo que no soy muy dado a leer demasiadas novelas,las de este hombre me encantaban por su manera de dejarte en vilo y suspense,ademas de escenificar perfectamente la epoca.Mi pasion por Sherlock Holmes me hizo que leyera la que es,mi favorita
ResponderEliminar"El perro de baskerville.
Me ha gustado Leonidas que le dieras un hueco.
Gracias, Atticus. Creo que Conan Doyle es un escritor de primer orden. Describe como nadie y es un narrador competente. Es injusto que haya quien lo considera un escritor "juvenil". Eso es que no lo han leído. A mí también me gusta "El perro de Baskerville".
ResponderEliminar