Aquella tarde bajaron las escalerillas del avión. El sol español pegaba fuerte.
La prensa del Régimen no pudo ser más hostil con los chavales del flequillo. Había miedo a lo que aquellos chicos pudieran desatar. Pero ellos sólo habían venido a actuar y a disfrutar del folclore español.
El Ministerio de Gobernación intentó boicotear la visita. Al final sólo les concedió siete dias en España. Pero no se atrevió a impedirles actuar ( La reina Isabel II acababa de condecorar a los músicos )
La presencia policial fué intimidante. Pero los cantantes fueron recibidos ¡ por 200 fans!.
Esa tarde noche la rueda de prensa fué multitudinaria. Hasta Manuel Benítez, el cordobés, quiso fotografiarse con ellos. No pudo.
Al dia siguiente fué el concierto. El delirio. Fueron presentados por Torrebruno y Los Pekenikes fueron sus teloneros.
La plaza no estaba llena. El desorbitado precio de las entradas y la acción de la Policía Armada ( evitando el acceso de algunos fans de aspecto sospechoso )
Comenzaron con Twist and Shout. Incendiaron Las Ventas.
Al día siguiente volaron a Barcelona y actuaron en La Monumental con Los Sirex.
Descansaron en Tenerife antes de irse de España. Ya nada sería igual. Habían iniciado un cambio social que lentamente - duraría aún diez años - cambiaría España.
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