miércoles, 8 de julio de 2015

BAJO EL CIELO DE ROMA

 Fué en unas vacaciones. Unas vacaciones romanas. Muy calurosas, como tienen que ser. No me lo pensé. Aprovechando un turno estival - y con previo paso por la correspondiente agencia - me ví en el avión, en ruta al Aeropuerto de Fiumicino..
 Allí me esperaba el conductor, parlanchin por italiano, que me ayudó con las maletas.
 Llegamos al hotel, a través del caos circulatorio de Roma.
 El recepcionista del hotel parecía salido del clásico wilderiano Permesso ? Avanti !
 A una señal suya apareció un botones y me subió las maletas.
 Lo acompañé y, tras abrirme la habitación y depositar las maletas sobre la cama, me entregó la llave.
 Después, cortesmente, se fué. No sin antes recibir, sonriente, una propina.
Deshice las maletas y salí del hotel, dispuesto a devorar la avanzada mañana romana. Me perdí por sus calles antiguas hasta que me topé - de repente - con el Coliseo.
 Allí entré con una improvisada visita guiada. Os podeis imaginar cuanto disfruté si os confieso mi pasión por la historia antigua.
 La visita transcurrió demasiado rápido, para mi. Pero el calor me había dejado agotado. Agotado y hambriento. Por eso busqué , a la salida, un ristorante. Encontré uno con terraza. Pedí raviolis bolognesa y un Chianti. Tanto la pasta como el vino eran abundantes. Terminé con un helado y un capuchino. De repente me sentí cansado.
 A mi lado se sentó una mujer. Morena y delgada, con pechos firmes y mirada preciosa. Media melena y ojos de caramelo.
 Hablaba italiano de manera muy sensual. Se presento y me preguntó: Tienes planes para esta tarde?. No eres de aquí?.
 - Puedo enseñarte Roma. Puedo enseñártelo todo......
 Rió traviesa al ver el abultamiento de mi entrepierna
- Signore, signore, Prego!
 Abrí los ojos y frente a mi estaba un alarmado, barrgón y bigotudo camarero.
 ¡ Me había quedado dormido !
 Le pregunté por la chica y me dijo que siempre había estado solo. Desilusionado pagué y me perdí, persiguiendo mi sueño, por las viejas calles,, bordeando el Tíber: bajo el cielo de Roma.


                           


                         

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