Ayer seguía con mis problemas de conexión a Movistar. Lo comenté al personal, a la hora del café. Entre ellos estaba Diego, un camarero limpiador. Ni corto ni perezoso me acompañó a la habitación y me arregló el problema de la conexión. Lo hizo sacrificando su media hora del descanso. Con eficacja y humildad.
Podemos aplicar a este caso la máxima de Julio César - Llegué, vi vencí -. Ahora ya tengo conexión a mi propia línea. Pues vamos a disfrutarla ! Y lo primero que quiero decir es: Gracias, Diego
Gracias por la mención Fernando, pero en una cosa te corrijo, nunca es sacrificio ayudar a un amigo
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