patria mía,
si un tiempo fuertes ya
desmoronados
de la carrera de la edad
cansados
por quien caduca ya su
valentía
Salime al campo: vi
que el sol bebía
los arroyos del hielo,
y del monte quejosos
y ganados
que con sombras hurtó
su. luz al día
Entré en mi casa: vi que
amancillada
de anciana habitación
era despojos,
mi báculo más corvo y
menos fuerte.
Vencida de la edad
sentí mi espada
y no halle cosa en que
poner los ojos
que no fuese recuerdo de la muerte.
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