sábado, 16 de marzo de 2019

SONETO de Quevedo

Miré los muros de la
patria mía,
si un tiempo fuertes ya
desmoronados
de la carrera de la edad
cansados
por quien caduca ya su
valentía
 Salime al campo: vi
que el sol bebía
los arroyos del hielo,
y del monte quejosos
y ganados
que con sombras hurtó
su. luz al día
Entré en mi casa: vi que
 amancillada
de anciana habitación
era despojos,
mi báculo más corvo y
menos fuerte.
Vencida de la edad
sentí mi espada
y no halle cosa en que
poner los ojos
que no fuese recuerdo de la muerte.












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