El pasado domingo se celebraron, en las principales ciudades de España, concentraciones. Concentraciones festivas y pacíficas. Concentraciones de ciudadanos españoles. Libres, pacíficos y alegres.. Con la mirada limpia y serena. Una mirada hacia el futuro. Un futuro incierto pero ilusionante. Un futuro que, si bien hunde sus raíces en un pasado común, pretende ser - como decía el filósofo Ortega: un proyecto sugestivo de vida en común .Un futuro que algunos pretenden hurtarnos en nombre de un nacionalismo identitatario, excluyente y tribal Aldeanismo reaccionario´como lo llamaba Unamuno ´Ese genial pensador que se enfrentó, en Salamanca, a Millán Astray, a falangistas y a legionnarios ( al grito de Venceréis pero no convenceréis) Allí estábamos.. En Ferrol ( hija de la IIlustración ) . En la Plaza de Armas, a las 1200.
Y hacia allí me fui. Para expresar mi apoyo a este proyecto llamado España. Desde mi orgullosa condición de gallego y desde la ciudad de la gran feminista y liberal que era Doña Concepción Arenal - una ferrolana que nació a pocos metros de aquella plaza. Gritamos de todo. Gritos alegres y, sobre todo, vítores a España, la Guardia Civil y a la Policía Nacional. No hubo mueras a nadie ni a nada. Sólo se pidió prisión para Carlos Puigdemont - por el delito de sedición ( consultar el Código Penal ) -.
La concentración no fue aprovechada, afortunadamente, por ningún partido político. Simplemente fue una exigencia - espontánea - a un gobierno ( y a una clase política ) para que defienda los derechos de los españoles en Cataluña. Que son los de todos nosotros. Por eso, avisado por un amigo, acudí.
En el fondo no lo hice por Cataluña. Ni por la igualdad de todos los españoles. Ni por la Nación. Lo hice porque los españoles tenemos que dejar de poner en manos de la clase política la solución de nuestros problemas. Tenemos que dejar de ser adolescentes en manos de papá estado. Lo hice para poder dormir tranquilo. Lo hice porque sí. Y, durante toda la concentración, recordé las palabras que me sugirió lo ocurrido en Cataluña : venceréis pero no convenceréis.
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| El autor durante la concentración |
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