España tiene un problema. Otro más. Este es el del separatismo (llamemos a las cosas por su nombre catalAragón se hablaba el catalán - y el castellano en igualdad de dondiciones. Recordemos que Fernando
II de Aragòn fué conocido como
Ferrán II de ArAgó. Este unió las Coronas de Aragón y Castilla en su boda con Isabel. Cataluña no era más que un Condado
de Barcelona dependiente de Aragón. Recordemos que los Almogávares - o Almogavars - conquistaron zonas estratègicas del Mediterráneo con la llamada
Compañía Catalana al servicio de Aragón. Entraban en combate al grito de Aragó, Aragó. Desperta Ferro!!. Nada de Catalonia.
Esto ocurría en la Edad Media tardía. Al principio del Renacimiento Político Europeo las Coronas de Castilla y Aragón ( este con el Condado de Barcelona ) se unen con el matrimonio de los Reyes Católicos. Esta unión se consagra con Carlos I y , sobre todo, Felipe II. Comienza el Siglo de Oro español.Ya no habrá novedades hasta la Guerra de Sucesión de inicios del Siglo XVIII entre los Austria - apoyados por los ingleses - y los Borbones, apoyados por Francia. Otro mito separatista catalán. No fue una guerra contra Cataluña sino una guerra dinástica. Esto lo demuestra el hecho de que hubiera batallas como la de Almansa u ocupaciones militares como la de Gibraltar ( que no era catalán, precisamente ).
En el siglo siguiente, el XIX, empezamos con la invasión Napoleónica. Al lado de la gesta de Zaragoza tenemos la de Gerona - que no aparecerá en los libros de historia politicamente correctos como ejemplo de defensa española contra el invasor- Lo mismo que la del Tambor del Bruch ( pesimamente tratado en una película infecta de hace años ) En esta guerra se afianza la identidad nacional española plasmada, sobre todo, en la Constitución de Cádiz de 1812.
Toda España, Cataluña incluida, manda representantes para elaborar una Constitución que dice que
España no es ni puede ser patrimonio de ninguna familia, ni persona. Idea extraída de la Revolución Francesa pero exportada - a sangre y fuego, he ahí el error, - por Napoleón.
Con la derrota de los franceses no terminan nuestros males. El traidor Fernando VII nos dejó una herencia negra con el absolutismo y su hijo, el Carlismo, asolando España. El Carlismo - con los curas trabucaires ( de trabuco ) - llamados
Mosén - al frente nos asolará durante buena parte del Siglo XIX.
De su derrota nacerán los nacionalismos reaccionarios y clericales. El primero el catalán ( Sabino Arana, hijo de un carlista, reafirmó su nacionalismo vasco durante su estancia en Barcelona )
Por si esto fuera poco, la burguesía catalana hacía, en Cuba, lo que le daba la gana. Y, en esto, empezaron los problemas en la Isla. En 1898 dejó de ser española.
Los empresarios catalanes tuvieron que volver a la Península. Y pretendieron hacer aquí lo mismo. Esta vez con los trabajadores llegados del resto de España. Aquí nacen los sindicatos de mano de una izquierda que, a la larga, acabaría apoyando las pretensiones separatistas y supremacistas de la burguesía catalana. Esta se asustó del alarmante aumento del anarcosindicalismo catalán. Bueno: catalán no. Los trabajadores no eran catalanes. Eran mano de obra
barata para servir en las fábricas de los señoritos catalanistas. El aumento de apoyos anarquistas hizo que el empresariado prefiriera a una domesticada UGT a la rebelde CNT ,formada por trabajadores de origen andaluz y extremeño ( los famosos Catameños llamados, despectivamente, charnegos.
Los señoritos catalanes recurren alarmados al Capitán General de Barcelona - Miguel Primo de Rivera - quien, apoyado por el corrupto Alfonso XIII para tapar su responsabilidad en el desastre de Annual, da un golpe de estado. En sus primeros gobiernos cuenta con la colaboración de la UGT y del PSOE.
Continuara..........
