Fué ayer. Necesitaba ayuda para realizar algunas gestiones administrativas. Por eso acudí a ver a Carmen, la Trabajadora Social de este Centro. Me atendió amablemente, como siempre, y me puso en contacto con una voluntaria. Esta, Alma, apareció puntual. Me acompañó en la parada del bus y vino conmigo hasta la oficina correspondiente - a la que nunca había ido y, ni siquiera, sabía donde quedaba.
El trayecto fué muy entretenido . Alma tiene una conversación muy amena y es muy inteligente.
Además es muy amable. Ha tenido una vida muy difícil y eso la ha hecho mejor. Las experiencias difíciles te cambian. Unas veces para mejor y otras para peor. A Alma le han hecho muy buena persona.
En todo el trayecto estuvo pendiente de mi. Y me devolvió al CAMF sin novedad.
Por eso estoy, moralmente, obligado a escribir esto: a modo de agradecimiento.
Un agradecimiento que quiero extender a todos los voluntarios - Toñi, Nuria, Dani, y otros voluntarios ( que ahora no recuerdo ) que son lo mejor de nuestra sociedad.
Emplean su tiempo, y su esfuerzo, en ayudar a los demás. Y lo hacen sin alharacas, discretamente.
En una sociedad bastante lamentable, en la que cada uno va a lo suyo, los voluntarios son la excepción. Una excepción que debería ser la norma; pero no es así. Pasan desapercibidos, con su labor altruista y discreta, entre tanto egoìsmo exhibicionista.
Por eso, desde este blog, quiero rendirles homenaje y darles las más sinceras gracias. Se llaman Alma, Toñi, Nuria, Dani - y otros cuyo nombre no recuerdo, ahora. Han venido para iluminar nuestras vidas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario