sábado, 17 de agosto de 2013

Mi Mesa

 Gracias a los cambios que le pedí, y me otorgó, a Fernando-el Director del Centro en que me encuentro-, estoy pasando muy bien las últimas semanas en este sitio, antes de ir a Bergondo. Uno de los cambios fué el de mesa. No os voy a aburrir contándoos como era el ambiente en mi antigua mesa (ya os podeis imaginar). Pero el cambio fué espectacular. Ahora me siento con gente tierna, discreta y educada. Son Cristina-que, creo, sufrió un A.C.V. que le dejó secuelas; una hemiplejia, dificultad para hablar y algún problema a nivel cognitivo. A Manuel Antonio no sé lo que le pasó, pero padece una ceguera y temblores. Otro es Emilio.Algo mayor que yo, sufre una hemiplejia, temblores y una gran dificultad pare expresarse. Después tenemos a Pilar-aparentemente no sufre una discapacidad física, pero habla poco y bajito. Y, por último, tenemos a Alfredo. Anda en silla de ruedas y habla poco y despacio. Como veis todos yienen problemas.Pero ninguno se rinde ni echa la culpa a otros. El respeto y la ayuda a los demás es la norma de la mesa. Norma de la que estoy aprendiendo a pasos agigantados. Además del sentido del humor contagioso de Cristina-la alegría de la mesa- Imaginaos como fué el cambio de mesa que,las chicas que trabajan aquí, me han dicho que me ha cambiado la expresión de la cara.¡Por algo será! Por todo ello debo, y lo hago, de darle las gracias a Fernando-el Director



El Centro.
                             

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