martes, 27 de agosto de 2013

Ben-Hur

 Ayer he visto, en la tele, Ben-Hur, la película.
 Tengo que aclarar que lo hice con el ánimo predispuesto a favor. La historia (de los tiempos de Cristo)  de Lew Wallace,general norteamericano participante en la Guerra de Secesión, me atrapó cuando la leí-a muy temprana edad- Tiempo después, en pantalla grande ( comme il faut) ví aquella historia llevada a la pantalla, en 1959, por el gran William Wyler. En esta descubrí a Charlton Heston dando vida,en el mejor papel de su carrera, al joven príncipe Judá Ben-Hur. Toda la película gira alrededor de este personaje. Injustamente condenado por una implacable y tiránica ocupación romana. La historia de su caída y auge- con sufrimiento y mensaje cristiano, tan caro en nuestra Semana Santa de los años 60- nos es contada con una narración conmovedora adaptada por Gore Vidal (asesor cultural del Presidente Kennedy y-posteriormente- activista del movimiento gay). La historia, lo más importante, nos lleva a través del valor con el que Judá enfrenta el infortunio-su madre y hermana contraen la lepra en una cárcel romana- que nunca le hará volverse-definitivamente-vengativo. Eso queda,emotivamente, patente en la versión de Wyler. En la más moderna, no. Además, la versión que yo ví,en la tele, no tiene la magnífica direccion de especialistas de Yakima Canutt- que si tiene la de 1959.



                                       
                                         

No hay comentarios:

Publicar un comentario