Fué hija de los reyes mas importantes de la historia de España y esposa de uno de los reyes fundamentales de Inglaterra. Sin embargo consiguió mantener su importancia en un período especialmente turbulento. A pesar de ello fué infeliz gran parte de su vida, finalizada tragicamente.
Catalina nació a finales del otoño de 1485, en Alcalá de Henares, siendo la hija menor de Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla, empeñados en la expulsión de los moros de los reinos peninsulares y la unificación de los mismos.
Siendo la viva imagen de su madre, rubia y de ojos azules- legado de la Casa de Lancaster-, heredó también su inteligencia y su fuerte temperamento. Desde el principio fué preparada para reinar, como todos los hijos de los Reyes Católicos, que fiaban su proyecto a una política de matrimonios mas que de conquistas militares, para neutralizar Francia. Aprendió media docena de lenguas y tenía grandes conocientos de arte.
La toma de Granada, cuando tenía seis años, marcó su vida. Pasó su infancia en Granada- conde los RRCC habían establecido la corte. En 1489- a los cuatro años- fué prometida a Arturo, Principe de Gales, para sellar una alianza antifrancesa. A los 15 años zarpó de La Coruña rumbo a Plymouth, para la boda. Esta se produjo- en San Pablo de Londres- a finales de año, con su prometido enfermo, como era habitual.
Parece ser que la enfermedad de Arturo le impidió consumar el matrimonio, antes de morir, unos meses después.
Así pues tenemos a Catalina, viuda a los 17 años, en un país extraño. Pero fueron las conspiraciones y la razón de Estado, una vez mas, las que decidieron su futuro. Tanto sus padres como su suegro pactaron que la alianza antifrancesa no podía perderse. Así la prometieron con el nuevo heredero inglés, Enrique de 11 años. Para ello necesitaban dispensa papal, que concedió Julio II tras certificar su virginidad.
En 1509 muere Enrique VII, siendo coronado su hijo, Enrique VIII. Dos meses mas tarde se casa con Catalina, que reune en su persona los títulos de Infanta de España y Reina de Inglaterra. Los Tudor- vencedores en la guerra de las rosas- tienen prisa en consolidar su nueva dinastía con un heredero.
Los principios del matrimonio fueron felices, probablemente porque se veían poco. Arturo esta empeñado en la guerra con Francia y Catalina ejercía como reina consorte. Se hizo muy popular entre sus súbditos, sobre todo después de ponerse al frente del ejército inglés para rechazar la invasión escocesa de 1513. Además de su aspecto había heredado de su madre el empuje y el talento militar. A la vez da a luz una niña muerta.
Durante casi dos décadas el matrimonio fué mas o menos feliz. Ella miraba para otra parte cuando él era infiel- tìpico de la època-. En medio de tres hijos muertos y dos abortos tuvieron a María, futura reina de Inglaterra. Enrique conoce a Ana Bolena y queda prendado de su juventud y belleza.En 1527 solicita la nulidad del matrimonio con Catalina, aduciendo que no era virgen cuando se casaron-¡18 años antes!-. El papa Clemente VII accede a la farsa pero Catalina se niega a participar en ella y su sobrino, Carlos I de España la apoya. El conflicto está servido.
Enrique VIII, sin cortarse lo mas mínimo, se casa con Ana Bolena, ya embarazada de la futura Isabel I. Ante las protestas de Roma el rey inglés se separa de la misma, creando la Iglesia Anglicana, de la que se proclama cabeza y anulando su matrimonio con Catalina. Esta es confinada en varios castillos durante los años que sobrevivió. Murió en 1535, a los 50 años de edad.
Desde entonces se vino abajo el proyecto de Fernando e Isabel. Inglaterra pasó a ser el mayor enemigo de España, situación que culminó con el intento de invasión español de 1588, la llamada "Armada Invencible".
No hay comentarios:
Publicar un comentario