domingo, 10 de abril de 2011
El Cine de Sidney Lumet
Ha muerto, de leucemia, Sidney Lumet, a punto de cumplir los 87 años de edad. No está mal. Sobre todo teniendo en cuenta que esa longevidad nos ha dejado unos cuantos regalos a los que soñamos en cine. Sus mejores películas entroncan con la tradición del gran cine negro. Siendo de la generación que sucedió a los mas grandes, supo renovar el género sin traicionarlo. Y ahora es inmortal.
Nació en Filadelfia, en una familia judía de origen polaco.Corría el año 1924. Su padre, Baruch, era actor. Su madre, Eugenia, era bailarina.A los dos años se muda, con la familia, a Nueva York. Con estos antecedentes es fácil comprender porqué el joven Sidney estudió teatro en la Universidad de Columbia. Debutó, siendo aún un niño, en los teatros de yiddish- lengua hablada por los judios europeos, mezcla de hebreo y alemán- de Nueva York. Durante la Guerra Mundial sirve en la Fuerza Aérea ,como técnico de radar, en Oriente.
Con 23 años vuelve de la guerra y empieza a dirigir en el off-Broadway. Allí conoció a Yul Brynner y a Eli Walach. A través de ellos contactó con el Actor`s Studio, en boga en aquella época.También da clases de interpretación.
Como otros realizadores, se sumó al fenómeno de la televisión, de la mano de Brynner, trabajando para la CBS. Allí dirigió un par de series.
En 1957 dirige una película que se convertirá en referente del "cine judicial": "Doce hombres sin piedad". Es una gran película, de factura teatral, en la que los actores- Fonda, Cobb, Balsam, Warden, etc.-, sostienen un duelo interpretativo que pocas veces se ha visto en la pantalla. Sidney se muestra como un estupendo director de actores. La película es la sensación del año.Por cierto que, años después, en España se hizo una versión de Estudio 1, buenísima, con Bódalo, Merlo, Rodero, Osinaga y Puente.
Pero este éxito, como le habia pasado a Welles, marcará toda su carrera. Y es un éxito difícil de superar. Como era dse esperar, "Stage Struck" (1958) y "Esa clase de mujer" (That Kind of Woman) (1959), fueron, en comparación, un fracaso. Tampoco la ayuda de Brando, a quien conocía del Actor`S Studio, hizo de "Piel de Serpiente", un éxito.
Pero Lumet no se rinde. En los sesenta aumenta la calidad de sus películas:"Una mirada desde el puente" (Vu du pont) (1961)y "Larga jornada hacia la noche" (Long Day’s Journey Into Night) (1962). También explora el trhiller político-militar en "Punto Límite" y "El prestamista" (1964), uno de los primeros títulos sobre el Holocausto. Con "La Colina" realiza una película antimilitarista de gran factura, con un joven Connery. Con "El Grupo" y "llamada para un muerto", termina un 1966 fructífero. Sin embargo el final de los sesenta no será bueno para Lumet. Fracasa con la comedia "Bye, Bye, Braverman" y con la adaptación, difícil, de Chejov, "La Gaviota".
Los setenta suponen la resurrección de Lumet. Y esta tiene un nombre: Al Pacino. El actor novel, un año antes de consagrarse con "El Padrino II", es dirigido por Lumet en "Sérpico", un trhiller inolvidable sobre la corrrupción en la Polícia de Nueva York. La historia del hombre que destapó aquel escándalo está contada como lo harían los clásicos. La brutalidad de algunas escenas recuerdan al mejor Peckimpah. Cuando la ví no pude quitarme de la cabeza, durante mucho tiempo, la escena en que a Serpico le dejan solo en el registro de una vivienda y recibe un tiro en la cara. Todavía, gracias a la película, se realizan documentales sobre el personaje real.Con Pacino hace, también, "Tarde de Perros", un buen trhiller sobre un atraco a un banco.
Sid cumple cincuenta años estrenando obras menores como "Lovin' Molly" o "Asesinato en el Orient Express" (Murder on the Orient Express) (1974). Pincha con "Equus", adaptación de la obra que tantos problemas tuvo, con la censura, en España.
Durante los ochenta Lumet vuelve a resurgir, con "El Principe de la Ciudad", otra película de denuncia de la corrupción y, sobre todo, "Veredicto Final"(1982), que supone una excelente entrada de Paul Newman en su etapa de madurez. Esta fué la última gran película de Sidney Lumet.
Siguieron algunas obras menores, de denuncia,comedias, policíacos. De entre todas ellas cabe señalar, para mí, "Una extraña entre Nosotros" (1992) en la que una joven Melanie Griffith interpreta a una policia, con el alma gravemente herida, que entra en contacto con una comunidad jasídica- secta judía que se dedica al estudio de la Cábala- de Nueva York y vive una historia de amor tan imposible como hermosa. Puede que sea una cinta menor, pero la sensibilidad, el amor, con que está hecha, la hacen tan original como imprescindible. Supone, como en otros artistas, un homenaje a sus raices en el fin de su carrera.
Retirado en 1999, en 2005 Lumet recibe un Oscar honorífico.
Sidney se casó cuatro veces: Con la actriz Rita Gam (1949-1954); con Gloria Vanderbilt(1956-1963); Con Gail, hija de Lena Horne,(1963-1978) y con Mary Gimbel(1980-2011). Parece que no le gustaba estar solo.Tuvo dos hijas.
Lumet definía su cine de la siguiente manera:"Aunque el objetivo de todas las películas es entrener, el tipo de cine en el que creo va más allá. Obliga al espectador a enfrentarse a su propia conciencia, a estimular su inteligencia". Nunca recibió un Oscar, además de el honorífico. Sin embargo consiguió, para sus films,50 nominaciones.
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