SANTIAGO RAMÒN Y CAJAL(1852-1934)

Ahora que los premios Nobel están de rebajas conviene recordar a aquellos que los ganaron a pulso. Uno de estos es D. Santiago Ramón y Cajal , Premio de Medicina en 1906.
Nació en Petilla de Aragón (Navarra) en 1852, hijo de Antonia y Justo, un médico rural que le transmitió el amor por la profesión. Pasó su infancia en varios pueblos donde su padre ejerció. Dicen los que le conocieron que era un niño travieso y muy activo, voluntarioso y dotado para el dibujo. Odiaba la memorización y ello le trajo de cabeza en sus primeros estudios. De carácter rebelde tuvo también problemas de disciplina con los jesuitas de Jaca .Estudió bachillerato en Huesca durante la crisis del reinado de Isabel II y la I República .Deja de estudiar y con 14 años trabaja como ayudante de barbería y zapatero .Retoma los estudios y ayuda a su padre a robar cadáveres para sus investigaciones. En 1869 ingresa en la Facultad de Medicina
A los 21 años se inscribe en un gimnasio tras perder un pulso y se convierte en uno de los culturistas mas famosos de Aragón, mientras estudia medicina. En 1873 es reclamado para el Servicio Militar, sentando plaza de teniente médico en el Regimiento de Burgos, por entonces combatiendo en Cataluña contra los carlistas. Al año siguiente, . Es ascendido a capitán y destinado a Cuba. Fascinado por La Habana de sus lecturas , poco sospecha lo que se va a encontrar: Mosquitos, paludismo, corrupción. Rechaza la ayuda de su padre para conseguir un destino cómodo y es destinado a la Enfermería de Vistahermosa (Camagüey), en plena zona de combates con los mambises. Lucha contra el paludismo, la disentería . Cae enfermo y agotado siendo trasladado para su reposo a Puerto Príncipe. Vuelve al frente de San Isidro, una vez repuesto. Se enfrenta a la incompetencia y corrupción de los mandos y es marginado y trasladado continuamente. Vuelve a la Península agotado, enfermo y desmoralizado. Es declarado “inútil para el servicio”.Su uniforme se conserva actualmente en el Museo del Ejército.
Se recupera gracias a los cuidados de su madre y hermanas y con 23 años inicia el doctorado y se compra su primer microscopio. Gana una plaza de residente en el Hospital de Gracia de Zaragoza. En 1878 gana la Cátedra de Histologìa . Ha encontrado su vocación. Se contagia de tuberculosis (se cura en San Juan de La Peña) y obtiene la plaza de Director del Museo Anatómico de Zaragoza. Ese mismo año se casa con Silveria Fañanás. En 1880 nace la primera de sus siete hijos.
Con 31 años gana otra cátedra, esta vez en Valencia, donde estudia el cólera. En 1887 gana la Cátedra de Histología de Barcelona. No está mal para alguien que odiaba memorizar .El año siguiente es clave pues descubre la morfología y los procesos de conexión de las neuronas. En 1889 presenta sus descubrimientos en la Sociedad Anatómica Alemana como creador de la doctrina de la neurona y la transmisión unidireccional del impulso nervioso. Ese mismo año es nombrado Doctor Honoris Causa por Cambridge. En 1891 muere su hija Enriqueta con siete años. Con 43 años ingresa en la Real Academia de Ciencias. Visita varias universidades norteamericanas. En 1900 recibe el “Premio Nacional de Moscú” y es nombrado Director del “Instituto Nacional de Higiene”
Tres años después, con cuarenta, gana la Cátedra de Histología de Madrid. Funda en 1902 el Laboratorio de Investigaciones Biológicas en el que trabajará veinte años. Al año siguiente inventa el método de tinción con nitrato de plata. En 1904 culmina su “opera magna”: “Textura del sistema nervioso del hombre y los vertebrados”. Muere su padre. Dos años después recibe el Nobel de Medicina. Con 76 años es nombrado Comandante de la Legión de Honor de Francia. En 1912 muere su hijo Santiago. En 1917 publica sus memorias. En 1922 se jubila de la cátedra y funda el Instituto Cajal, donde trabajará hasta su muerte. En 1930 muere Silveria, su mujer y compañera de tantos años. El le seguirá cuatro años después.
Hoy, en la puerta del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, podemos ver grabada una de sus mejores frases:”Todo hombre puede ser, si se lo propone, escultor de su propio cerebro”