PINTURA GÓTICA

    El Gótico, en sus inicios ( alrededor del 1200 ), le daba la máxima importancia a las vidrieras de las Catedrales. La decoración de estas era vital. La transición entre la Pintura Románica y Gótica es muy imprecisa.
  También lo eran los manuscritos miniados para particulares laicos. Los talleres de pintores góticos  se instalaron en París para, posteriormente, contagiarse a otras capitales europeas. Entre sus clientes estaban célebres Casas Reales. Italia  recogió la importancia en este período. El Gótico abarca dos siglos de Pintura Europea. Se extiende desde el Norte de Italia al resto del Continente.
  Entre 1338 y 1339 se pintaron unos frescos memorables en el Palazzo Pubblico de Siena, por Ambrogio Lorenzetti.
  En ellos podemos ver la vida ciudadana y campesina del Siglo XIV.
  En la Sala del Consejo del Ayuntamiento de Siena se conserva  un retrato ecuestre de Simone Martini - especial ejemplo de la Pintura Gótica -. Esta Pintura empieza a salir del ámbito religioso.

                   

Retrato Ecuestre de Simone Martini  por Lorenzetti

        El Gótico es la respuesta naturalista el rígido Románico. Esta es una característica que surge en los pintores italianos de finales del Siglo XIII. Como precursora del Arte Renacentista imita a la naturaleza.
     Expresa una idea religiosa sin prestar excesiva preocupación a la perfección de las formas.
     Se da a los protagonistas religiosos - santos y ángeles - un aspecto más humano..
      La perspectiva avanza, aunque lentamente.
      Se pinta sobre muros ( frescos ), sobre vidrieras, en los libros y medallones ( miniaturismo )                   y sobre Tabla.